La campana salvó al Valencia, que tras la expulsión de Alexis (m.42), cuando ganaba por 2-1, estuvo a merced de un rival que supo aprovechar que contaba con un hombre más, para cercar la meta de Moyà, con un buen fútbol y con mucho criterio, mientras el juego de los locales no daba para más que para tratar de salvar el resultado.
Sin embargo, el partido había comenzado plácido y tranquilo para el Valencia, que al cuarto de hora de juego ganaba por 2-0 con goles de Marchena y Zigic, tras demostrar con claridad la diferencia de categoría que existe entre ambos conjuntos.
Así prosiguió el juego a lo largo de todo el primer período, aunque con un Valencia cada vez menos centrado en el partido y un Alcoyano que, con el paso del tiempo, se afianzaba y cobraba confianza. El encuentro, sin embargo, dio un giro de 180 grados en los últimos cinco minutos del primer periodo, con el magnífico gol de Víctor Curto, la inmediata expulsión del defensa local Alexis por acumulación de amonestaciones y el balón que, poco después, envió el alcoyanista Adrià a la escuadra de la meta de Moyà.
Con ello, el encuentro llegó al descanso sin que el Alcoyano hubiera descartado su sueño de eliminar al Valencia y con el equipo local plagado de dudas. El Valencia, con un hombre menos, reforzó su defensa tras el descanso, con la entrada de Dealbert y Mathieu, y el Alcoyano reforzó su ataque con la incorporación de Ufarte por Barrena.
Los papeles se habían cambiado y el Alcoyano, en superioridad, pasó a controlar el encuentro ante un Valencia que trataba de resolver sus problemas al contragolpe. El interés se mantenía por la posibilidad de que el Alcoyano aprovechara su ventaja para meterse en la eliminatoria con un segundo tanto, mientras el Valencia, cada vez con menos fuelle, trataba de aprovechar su experiencia para que el choque no tuviera ritmo, pasarán pocas cosas y se cerrara el encuentro.
Una espectacular parada de Moyà a mano cambiada evitó el empate (m.80), cuando el internacional Mata ya había salido para dar consistencia al Valencia ante un Alcoyano que creyó en sus posibilidades hasta el punto de empatar merecidamente el encuentro a siete minutos del final en un remate de Carpio ajustado al palo.
A partir de entonces, todo fueron padecimientos para los locales, ya que el Alcoyano insistió hasta el final, pero se quedó sin el premio de superar al Valencia en Mestalla, aunque ofreció una imagen mucho más sólida que la de su oponente.
