COPA DEL REY | ATLÉTICO 6 - MARBELLA 0
Goleada revitalizante
El Atlético de Madrid recupera parte de su maltrecha autoestima endosando un set al Marbella, colista del grupo cuatro de Segunda B, y clasificándose para los octavos de final de la Copa del Rey. Jurado, Sinama y Maxi, en cuatro ocasiones, mantienen en la competición al Atleti, en un partido en el que Quique Sánchez Flores ha aprovechado para corregir errores y para sacar conclusiones en su 'particular pretemporada'. Los mejores, Maxi y Reyes.
Este tipo de partidos suelen ser una china en el zapato de los grandes de Primera (si no, que se lo pregunten al Madrid), pero esta vez, el Atleti se ha librado. El billete a octavos de la Copa del Rey ha resultado ser un aliviante masaje, con beneficios terapéuticos y anímicos, para los colchoneros. Aunque el rival fuera el colista del grupo cuarto de 2ªB, todo lo que sea seguir avanzando en una competición que tiene como premio jugar en Europa resulta tranquilizador. Y si además se lleva a cabo con los supuestos reservas, el relax es aún mayor. Con los goles de Jurado, Sinama y los cuatro de Maxi, el Atlético, que está en busca de su felicidad, prospera en su terapia y recupera parte del caudal anímico desperdiciado, derrota tras derrota, en los últimos tiempos de Abel. Y lo hace goleando al Marbella.
"Hay que tapar grietas, el equipo todavía cruje por varios sitios", comentaba antes del encuentro Quique Sánchez Flores, que ha aprovechado el día de hoy para probar (tras el 0-2 de la ida). El principal agujero del Atlético de Madrid, al que por cierto se refería el técnico, se ubica en la defensa. El sábado, Higuaín robó la cartera al indeciso Perea e hizo a placer el 0-3 del Real Madrid (de los otros goles tampoco hace falta hablar). Hoy, en el minuto 4, Pablo cedió al delantero Adrián para que encarara a Asenjo (jugó por De Gea). El pequeño punta del Marbella se creció en el Calderón y probó una vaselina, que salió desviada. La osadía de Adrián levantó aplausos, el pecado de Pablo recibió silbidos. Higuaín no hubiera perdonado al central albaceteño, ni al Atleti. Y Quique lo sabe.
Antes de esta clarificadora jugada de los males rojiblancos, el colegiado Ayza Gámez se había 'comido' en el primer minuto un claro penalti a Maxi, jugada intrascendente a tenor del resultado (en la segunda, tampoco pitó otra pena máxima al argentino). Después llegaron los goles. El primero lo firmó Jurado, que remató de cabeza un buen centro desde la izquierda del redimido Reyes. Primera dosis de autoestima para dos jugadores tocados moralmente y cuestionados por su bajo rendimiento. A mayor talento, mayor exigencia. La segunda cápsula de moral se la bebió Sinama Pongolle, el delantero que vive a la sombra de Kun y Forlán. El francés, que antes había fallado un par de ocasiones, remachó un disparo de Jurado que tocó en los dos palos. La tercera y cuarta alegría de la primera parte se la dio el argentino Maxi Rodríguez, que el sábado no fue titular ante el Madrid, y hoy se reivindicó ante Quique marcando, primero, a la salida de un córner y, segundo, definiendo en el área un buen pase de Domínguez por la banda (eran sus dos primeros goles, de los cuatro que marcó). El Atleti no mostró piedad ante el frágil Marbella, pero su crueldad estaba más que justificada. Mal momento para visitar el Calderón.
El técnico del Marbella José Luis Montes reaccionó con el 4-0 castigando a unos y premiando a otros. Hizo un doble cambio en el minuto 33, quitó a Jorge García y Adrián, para dar entrada a Santi y a Antonio Moreno. Con el 6-0 en la eliminatoria, al Marbella sólo le quedaba aguantar el temporal y disfrutar de un campo de Primera. Ese mérito nadie se lo quita.
La segunda mitad empezó como terminó la primera, con Maxi Rodríguez marcando. Esta vez ejerció de delantero centro, ganó a la defensa marbellí por velocidad, recogió el pase de Sinama y definió con dulzura ante Ávila, desesperado, pero con la cabeza bien alta. Éste era su tercer gol, el cuarto lo metió poco después rematando la enésima internada por banda de Reyes. Maxi se desquitó la presión a base de goles.
La goleada del Atleti continúa la línea ascendente del equipo y prolonga su mejoría, aunque la abultada victoria resulta engañosa. Las conclusiones positivas las personifican Maxi Rodríguez y Reyes. El primero muy efectivo en el día de hoy, con cuatro goles; y el segundo, con su continua presencia en el juego. Muy activo y dedicado al equipo, aunque fallón e cara a gol. Jurado y Sinama, que también mojaron, desquiciaron a los centrales Arias y Suárez, con su movilidad y fortaleza física en el caso del francés. Assunçao y Raúl García (en la segunda parte Camacho y Cléber) no sufrieron para hacerse dueños del centro del campo y cumplieron su función.
Las conclusiones negativas se fijan en la defensa. A parte de errores personales, las dudas siguen carcomiendo a Quique Sánchez Flores en esta línea. Perea (central ante el Madrid), empezó hoy de lateral derecho y terminó en el centro de la zaga cuando Valera saltó al campo. Ujfalusi, que jugó de lateral en el derbi, fue central en la primera parte, junto a Pablo Ibáñez, indiscutiblemente cuestionado, por lo menos desde la grada. En la izquierda, hoy jugó el canterano Domínguez, que permitió descansar al capitán Antonio López.
En definitiva, lo dicho, el 'pobre' Marbella fue víctima de un equipo herido que aprovechó el trance para darse un homenaje goleador. Eliminatoria resuelta y cada uno a lo suyo. El equipo de José Luis Montes ya puede centrar todos sus esfuerzos en salir del farolillo rojo del grupo cuarto de Segunda B. Y el Atleti, que ya está en los octavos de la Copa, a salir de la zona de descenso en la Liga, donde suma 7 puntos en 10 jornadas. No lo olvidemos.