La vacuna de la gripe H1N1 a futbolistas desata la polémica en Bélgica

Los jugadores de los tres principales equipos de fútbol belgas (Anderlecht, Brujas y Standard de Lieja) han recibido la vacuna contra la gripe H1N1, lo que ha desatado la polémica en el país, ya que los deportistas no son considerados como grupo de riesgo.

Sin embargo, el actual presidente de la comisión médica de la FIFA, el belga Michel D''Hooghe, defendió hoy la decisión de los clubes, ya que, a su juicio, siguen las advertencias de la Organización Mundial de la Salud, según declaró a la emisora pública Radio 1.

"Esta advertencia dice que, en los equipos que juegan en Europa, era mejor que se vacunasen contra el virus H1N1", recalcó D''Hooghe, ex presidente del Brujas. Sin embargo, el comisario para la gripe de la región belga de Flandes, Mark Van Ranst, calificó la campaña de vacunación como "un escándalo", según recoge hoy el diario francófono "La Dernière Heure".

"Es inaceptable que ellos sean vacunados a cargo de nuestros servicios de salud. Espero que hayan recibido el pinchazo en el trasero, que les haya hecho mal y que la sufran durante mucho tiempo", añadió.

Por su parte, el Anderlecht recalcó en un comunicado que han tomado las "precauciones necesarias" para prevenir el virus y que, por esa razón, los jugadores fueron vacunados este fin de semana con una de las vacunas que ya se comercializan, concretamente con Panderix. Además, recuerda que la vacunación está formalmente recomendada por la UEFA y que, en Bélgica, se puede suspender un partido si un equipo acredita que cuatro de sus jugadores han caído enfermos al mismo tiempo.

Para el equipo, que lidera la clasificación del campeonato nacional, la campaña de vacunación evitará que los jugadores extranjeros propaguen la enfermedad cuando se desplazan a otros países para disputar encuentros con sus selecciones nacionales.

"Anderlecht ha obtenido las vacunas de manera reglamentaria y está preparado para pagar por ellas", concluyó el comunicado. Bélgica comenzó la semana pasada la segunda fase de vacunación contra la gripe A, destinada a los grupos de riesgo: enfermos crónicos, mujeres embarazadas, padres de niños menores de seis años y profesores, tras una primera fase en la que se inmunizó al personal sanitario.