Liga BBVA | Atlético - Real Madrid
Raúl y Agüero lideran el derbi del despegue
Benzema o Higuaín, la duda. Kun está tocado, pero quiere forzar.
El Atlético en puestos de descenso y el Madrid a un punto del líder. Unos esperanzados por lo que vieron ante el Chelsea y los otros ilusionados por lo que advirtieron en Milán. Un entrenador nuevo y otro que ya no lo parece. El derbi se explica desde el fútbol y el ánimo. También desde el trauma que se renueva: el Atlético suma diez años sin ganar y en el último derbi Van Nistelrooy marcó en el segundo 34.
Ante ese panorama, Quique, que ya ganó en el Coliseum con el Getafe, debe estrenar capítulo en el tratamiento psicológico del Atlético: "El Madrid, amenazas reales e imaginadas". El objetivo será no sobreexcitarse en el Calderón y no resignarse en el Bernabéu. En líneas generales, recuperar el sentido lúdico del juego, jugar.
Para cumplir con esa misión hipnótica, Quique no guardará nada: estará Agüero (aunque se entrenó aparte por una sobrecarga y hoy se probará), Cléber entrará por el sancionado Assunçao y seguirá Reyes. La baja de Juanito, lesionado, recoloca así la defensa: Ujfalusi, Pablo, Perea y Antonio López.
Como es bien sabido, a partir de la línea defensiva las demás mejoran sustancialmente. Y como resulta conocido, la excelencia sólo se alcanza con Kun y Forlán, aunque el uruguayo todavía no se ha hecho carne y abdominal. Sobre esta cuestión hay opiniones diversas: unos dicen que el interés de Florentino ha podido confundirle y otros opinan que más confundió al Atlético, que pudo reforzarse con ese dinero.
En el Madrid, Raúl será "titularísimo" y su pareja es la duda: Benzema o Higuaín. Si se atiende a San Siro debería jugar el francés y si se consideran las rotaciones, el argentino. Las novedades se completan con Garay, que ocupará el puesto del sancionado Albiol. No cambiará el esquema, por tanto, con Marcelo por la izquierda y con el ala derecha quebrada. Guti, por cierto, tampoco entró esta vez en la convocatoria; se confirma que lo suyo no es castigo, es arresto.
Los desafíos se reparten equitativamente y son urgentes. El Madrid debe ganar fuera de casa sin Cristiano, completar un buen partido sin él, sobrevivir a su ausencia; el Atlético precisa algo más gaseoso y no menos esencial: oxígeno.