Diego Tristán
"Para el Cádiz, no es un partido más"
Entre recuerdos verdiblancos y presente cadista, a Diego Tristán se le han volado 15 años. Se multiplican las fotos en las cajas de su memoria: el gran Depor, la Copa, noches en escenarios inolvidables: Old Trafford. El Mundial de Corea y Japón (maldita lesión). Futbolista de escuela sevillana, talento puro incluso ahora que está en la recta final, el delantero abrió con amabilidad a AS las puertas de su casa en La Algaba en vísperas de un Cádiz-Betis...
La historia dice que usted es el terror de los equipos sevillanos. A saber, le ha hecho siete goles al Sevilla en once partidos de Liga y al Betis, su Betis en un tiempo, seis en once partidos. No está mal.
Pues parece una casualidad pero ha sido así toda mi carrera. Junto a Osasuna y Zaragoza son los equipos a los que más goles he metido (Tristán olvida el Alavés, al que hizo ocho goles, los mismos que al Zaragoza. A Osasuna, cinco). Es bonito pero anecdótico, y yo siempre sigo mirando hacia delante.
¿Está muy lejos su etapa en el Betis o siempre le quedará algo?
Siempre es diferente jugar contra el Betis. A mí A Coruña me lo dio todo y el Mallorca me hizo crecer, pero el que me dio mi primera oportunidad fue el Betis. Tres años en el filial..., queda mucho.
Muchos béticos de base opinan que usted fue una de las primeras víctimas de Lopera.
Si se mira desde ese aspecto, puede ser que sí. Mi única guerra en el Betis, o mejor dicho problema porque yo no soy de guerras, fue con Lopera. Él tenía el mando como lo sigue teniendo y pensaba unas cosas de la gente del filial que creo que sigue pensando. Y a mí eso no me servía porque no quería condicionar, no podía, toda mi carrera deportiva. Me ofrecía un contrato entre ocho y diez temporadas sin ganar nada. No se trataba de echar ningún pulso. Simplemente que la ilusión del técnico, Luis Aragonés, y sobre todo la mía era jugar cuanto antes en Primera y en un club como el Betis. Como sevillano, era lo más grande para mí. Tenía 21 años y jugar en el equipo de tu casa, de tu ciudad, con lo que representa a nivel institucional, era algo histórico. El mismo Luis me contaba que estaba loco por ponerme pero las circunstancias no me dejaban. Y quedó así. Pero siempre saco el lado positivo de las cosas. Tal vez lo mejor que me pasó fue irme del Betis.
En aquel tiempo Lopera estaba mucho más fuerte que ahora. ¿No cree que hicieron falta más Tristanes, gente que le intentara hacer caer en la cuenta que ese poder absoluto tampoco lleva a nada?
En estos años he visto muchos casos de trato suyo a jugadores que dejan mucho que desear. Pero tengo recorrido en el fútbol y la verdad es que Lopera no es el único que hace eso. Es el fútbol en sí en España. No tiene nada que ver con la cultura que hay en Inglaterra donde el trato al futbolista es lo primero, esencial. Todos deberíamos aprender.
¿Motiva mucho en Cádiz jugar contra el Betis?
Sí, es igual que cuando juegas en Primera contra el Madrid o el Barcelona. Por más que digas que es un partido más siempre hay un plus de motivación, es distinto. El de esta semana lo tiene todo, es el derbi andaluz. Al Betis le queremos ganar todos, es el favorito para el ascenso. La afición quiere la victoria, venimos de una derrota dolorosa, se va a llenar el campo..., todo.
¿Le falta regularidad al Cádiz? Un estirón más.
Nos falta ese plus de confianza en algunos futbolistas que tienen la continuidad necesaria y que tirarían mejor del equipo con tres victorias seguidas porque son jóvenes. Hay gente muy preparada de mitad de campo hacia delante pero nos falta más presencia en los últimos metros y resultados continuados.
Con Tristán hay debate en Cádiz. La gente quiere verle. ¿Le duele el banquillo?
No jugar siempre cuesta y más si a lo largo de tu carrera siempre has jugado. Verte relegado es complicado y difícil de asimilar. Pero nada ni nadie me va a quitar la ilusión de disfrutar del fútbol en Cádiz. A los cadistas les gusta la gente de creación y estoy ansioso por que llegue mi momento. Pero es ilusión, no ansiedad. Tampoco me planteo que tenga que meter tres goles el día que juegue. Estoy dándolo todo y con eso me vale. De lo que me dejan, disfruto cada segundo. Falta una oportunidad. He hablado con Javi (por Gracia). Está contento conmigo y yo con el trato que recibo de él. Espero que en algún partido pueda tener su confianza.
Hace muchos años que se fue. ¿Duele ver al Betis en Segunda División?
Mucho, muchísimo. A cualquier sevillano, incluso sevillista. Ese pique semanal. Desde el lunes se vive el domingo siguiente. Es imperdonable, una ciudad como Sevilla no se puede permitir tener uno de los dos esté en Segunda. Para un sevillano que ha estado fuera le digo que es así.
De su generación, Capi.
Capi es el ejemplo perfecto. Él hipotecó su carrera al Betis, le hicieron contrato profesional pronto, apostó por ese camino y me alegro de que ahora sea uno de los estandartes del club. Eso no es sencillo y me alegro por él porque es una gran persona.
A otros la política de Lopera les trae consecuencias. Juanito tuvo contratos precarios y se ha marchado siendo un símbolo. Arzu sin renovar...
Hay gente que a veces no lo entiende, pero nuestra carrera es corta y hay que tener dos dedos de frente. Quedarse en casa es lo más fácil del mundo y lo que todos quisiéramos. Pero si ahora no tengo que buscar destinos exóticos (Tristán rechazó una oferta del fútbol árabe este verano y una nueva llamada del West Ham) es por eso.
Suerte, que la merece.
Gracias.