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Liga de campeones | Rubin Kazán 0 - Barcelona 0

'Cerrojov' al campeón

Un gris Barça no vio puerta y se complica el pase

Tomás Guasch
<b>PARTIDO BRAVO.  </b>La zaga rusa no se anduvo por las ramas en ningún balón dividido. Ibrahimovic cierra los ojos ante el defensor ruso.
PARTIDO BRAVO. La zaga rusa no se anduvo por las ramas en ningún balón dividido. Ibrahimovic cierra los ojos ante el defensor ruso.morenatti (ENVIADO ESPECIAL)

La hora era la de los guateques de los 70, las seis y media de la tarde. Y el plan, como bailar con tu hermana, qué poca emoción, menudo partidito. La ventaja periodística es que lo defines en un plis plas: el Barça atacaba (mal) y el Rubin despejaba (bien). Así los 90 minutos con un final diabólico: el preperador español de los rusos, Raúl Ruiz, es un sabio. Se tiraron los suyos corriendo detrás de la pelota todo el tiempo y tuvieron fuerza para soltar tres coletazos en el rush final que les pudieron dar el gol del triunfo. Fue cuando el orante Berdyev puso a Bukharov, que es un buen delantero, y el Chori Domínguez tuvo con quien combinar: le parecería mentira. En un par de pases interiores lo situó cerca de Valdés, que afortunadamente para los azulgrana tiene pies ligeros. Es tremendo esto del fútbol: el Súper Barça no ha estado por delante en el marcador en dos partidos con el Rubin Kazán y ha sumado un punto de seis posibles. Luego ha perdido cinco.

¿Injusto lo de ayer? Pues pienso que no. Un equipo hizo de 10 lo que quería, o sea aguantar en versión rusa del cerrojo, cerrojov para los amigos, y el otro no se salió con la suya, que era al menos meter un gol. Que dominó, desde luego. Un setenta y pico por ciento de posesión tuvo. Pero como si ná: como bailar con tu hermana, ya digo.

Y eso que la cosa empezó caliente para el Barça. A los dos minutos Iniesta lanzó a Ibrahimovic, que se plantó ante el portero: su disparo lo repelió el poste. Hubo poco más en la hora y media siguiente por parte de los azulgrana. Un tiro de Touré, en su peor versión desde que llegó, intentos previsibles de Messi, Ibrahimovic y cía, una pifia de Henry que no esperó el único error de la zaga rusa en el despeje y se le escapó la pelota en posición ventajosa. Jugó Alves pero fuera de ritmo como también lo estuvo Guardiola: el frío le congeló las ideas, un solo cambio y tarde. No fue la noche del Barça.

Que no es el de hace un año. El Barça, digo. El Rubin le aplicó dos veces la misma medicina y no tuvo réplica. Tocó y tocó, pero sin chispa, sin la sexta velocidad de no hace tanto, sin ángel. Le han tomado la matrícula y lo acusa. Por eso está como está a falta de dos jornadas para el final del grupo: en riesgo de ser eliminado. Poco airoso, el campeón...