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Europa League | Nacional - Athletic

El Athletic, al asalto de la guarida del Nacional

Un millar de hinchas confía en celebrar hoy mismo la clasificaciónEl Nacional apenas lo pisó ayer

Jose L. Artetxe
<b>MIRANDO AL MAR. </b>Iraizoz, Gurpegi e Iraola observan el Atlántico desde las terrazas de su hotel de concentración.
juan flor

Dos son los factores que establecen con nitidez el grado de dificultad que encierra la cita de hoy para el Athletic. El primero, de por sí significativo, la trayectoria que ha descrito el Nacional como anfitrión en los últimos tiempos. El segundo, igualmente de peso, la imperiosa necesidad con la que el conjunto portugués recibe a los rojiblancos.

O ganan hoy o prácticamente se despiden de la Liga Europea. Así están las cosas para los hombres que dirige Manuel Machado, quien lógicamente apoya sus opciones en una sólida estadística únicamente rota por dos clubes de alto copete en el concierto continental, Oporto y Werder Bremen. Son los únicos que han salido airosos del Estadio de Madeira en lo que llevamos de 2009, y con apuros en el caso de los germanos (2-3).

Queda pues claro que el Athletic se encuentra ante una empresa que exigirá lo mejor de sí mismo. Cierto es también que el premio va en consonancia, pues situaría a los de Joaquín Caparrós en la siguiente fase.

Ganando acumularía nueve puntos en el casillero y las últimas dos jornadas en el Grupo L quedarían a beneficio de inventario, siempre que el Werder haga sus deberes ante el Austria. Ello supondría la posibilidad de economizar fuerzas, lo cual sería de agradecer tal y como viene el calendario de aquí hasta las navidades.

Tampoco el empate es malo, pero ya se sabe que está prohibido abonarse de antemano a este resultado porque normalmente es una apuesta baldía.

La tercera hipótesis, la derrota, prolongaría la exigencia de la competición para el Athletic, que debería evitar además encajar un marcador abultado por aquello de posibles igualadas a puntos al final de la liguilla. Recordar que en San Mamés, derrotó por la mínima a su rival de hoy (2-1).

La grada. En la guarida del Nacional sí habrá al menos un elemento que, sin ser decisivo, favorece objetivamente los intereses rojiblancos. El millar de seguidores que se ha desplazado a la isla para asistir en directo al partido, garantiza una cobertura ambiental. Esa cifra que en otros escenarios acaso no pasaría de testimonial, en el Estadio de Madeira, con un aforo de apenas 5.000 localidades, constituye una multitud. El equipo en ningún instante se sentirá desprotegido. La presión en ese sentido estará bastante repartida.

Iraizoz, Etxeberria, Gurpegi y compañía gozarán de aliento permanente. Sólo queda que no se dejen intimidar por las urgencias del cuadro local y desplieguen sus armas, que en absoluto son de menor calibre a las que utilizará el Nacional.

La ida en La Catedral enseñó un enemigo que puede alternar la velocidad con un estilo más directo. Tienen gente hábil en el manejo y envergadura, tanto en punta como en la zaga. Quizás adolezcan de despliegue e intensidad, bazas que al Athletic le permitieron remontar y que esta noche deben valer para sacar tajada.