No es fácil echar a Mandiá: la operación saldría por un 'riñón'

Nada más acabar el partido ante el Mallorca, Francisco Pernía explicó a los periodistas allí presentes que no quería tomar una decisión en caliente. Normal. Despedir a Mandiá por los malos resultados deportivos sería ir en contra de la fuerte inversión que el presidente hizo por él y, además, un agujero para las arcas del club verdiblanco. Aunque las fuentes consultadas varían las versiones y las cantidades, el Racing podría haber pagado al Hércules a finales del mes de junio pasado en torno a 460.000 euros para contratar a Mandiá y a sus tres ayudantes, Antonio Puche, Kike Sanz y De la Fuente. El precio del técnico sería de 300.000 euros (su cláusula de rescisión) y el del resto unos 160.000. La forma de pago no se explica detalladamente, y en algunos casos incluso se niega, pero en el Meditarráneo estas cifras fueron publicadas por todos los medios de comunicación. Proclives o no a la política del club alicantino. Por algo será.

Pero no sólo es eso. Antes de contratar al de Alfoz hubo que indemnizar a Muñiz para que rescindiera el año de contrato que le quedaba en Santander a pesar de que cumplió con el objetivo: la permanencia. El técnico asturiano se llevó un buen pellizco, entre 150.000 y 200.000 euros por una marcha de mutuo acuerdo. Así las cosas, y sin haber echado el balón a andar, el Racing ya había abonado unos 600.000 euros para emprender este nuevo proyecto que tenía un año de margen. Los diez fichajes de Mandiá se omiten de las cuentas porque ya son patrimonio del club y se quedarán siga él o no.

Ahora, y si los resultados deportivos no acompañaran a corto plazo con una victoria al Athletic y una remontada en Copa ante el Salamanca, el Racing se vería obligado a despedir a su actual entrenador y, cómo no, a finiquitarle. Unos 460.000 euros por todo el numeroso cuerpo técnico. Ya llevaríamos contabilizado más de un millón de euros en esta nueva era. Y hay más. A menos que Fede Castaños o Juanjo González, en el club actualmente, cogieran el timón para reflotar la nave, que va a ser que no, habría que contratar a otro entrenador. Alguien que, sabiendo las urgencias del equipo, no vendría gratis. Todo lo contrario. Sumen y entenderán que Pernía se arme de paciencia otra semana más. A no ser que hoy no le gusten las explicaciones que le dé Mandiá en la reunión que mantendrán y priorice el plano deportivo antes que el económico.