Liga BBVA | Mallorca 1 - Racing 0
Webó deja en 'coma' a Mandiá
El técnico agota su crédito y su puesto peligra. Webó marcó tras fallar Serrano un gol claro. Toño salva al Racing. El resultado, justo y algo corto.
Mandiá podría aumentar la lista de parados en breve aunque Francisco Pernía aseguró ayer, más políticamente correcto que nunca, que "no tomará decisiones en caliente". Porque el presidente lo estaba. Y mucho. Pocos entienden ya en el técnico. Parece que ni los jugadores. Sus declaraciones post-partido lo demuestran y sus movimientos sobre el campo les delatan. El gallego se la jugaba ayer en Palma después de haber ganado únicamente uno de los nueve últimos partidos que ha disputado el Racing, y su equipo no sólo cayó con justicia ante un gran Mallorca, sino que volvió a mostrar la misma indolencia de los últimos meses. Tuvo dos claras ocasiones, me dirán; una para adelantarse en el partido (Serrano) y otra para empatarlo cuando todo parecía perdido (Luis García), pero el análisis real es que Toño le salvó de una goleada. Mejor dicho, de otra.
El mazazo definitivo llegó pronto para el conjunto cántabro y de la manera más cruel, pues un minuto antes Serrano había errado lo infallable tras una jugada de estrategia en un córner. Luis García amagó con colgarla arriba y, para sorpresa de todos, la puso abajo y en el corazón del área. Allí apareció Serrano sigiloso y con mucha fuerza, aunque sin puntería. Ahí pudo sacudirse el Racing toda su tensión acumulada. Y, sin embargo, lo que hizo fue maldecir sus males con más fuerza y desesperación.
Así, en la siguiente jugada, quizás con la fe menguada, la zaga cántabra volvió a destapar su peor vicio: la endeblez y falta de contundencia. Por eso llegó el tanto del Mallorca, firmado por Webó y cocinado con maestría por Borja Valero, un fino centrocampista que, recuerdo, fue pretendido por Mandiá en verano y, si no llegó a Santander para mostrar que en Inglaterra ha madurado y mejorado, es porque el de Alfoz no se atrevió a pujar por él para no agotar el presupuesto destinado a otros jugadores menos necesarios. Error que habrá que subsanar en enero poniendo más dinero en la mesa y recibiendo a cambio menos calidad.
Otro fallo crucial.
La jugada de ese 1-0 vino precedida de un balón aéreo y largo que la zaga del Racing no supo despejar. Torrejón no se impuso por los aires. El cuero dividido aterrizó en los pies del ex mediocentro del Madrid y éste, con un sutil pase por encima de los centrales, conectó con la carrera de Webó que, de primeras, machacó a Toño por el palo que nunca debe descuidar. El más cercano.
Aun así, no hay que señalar al portero. Más bien lo contrario. Recen para que la fuerza divina lo conserve. El alicantino fue clave en innumerables ocasiones. Un par de ellas de Valero, otras dos de Mattioni, un lateral del perfil de Alves, y dos más de Webó. Además, el colegiado también echó una mano al anular injustamente un gol de Víctor tras un fuera de juego inexistente que rompía Henrique.
Merced a este cúmulo de circunstancias, el resultado final quedó maquillado, pero los polvos ya no dieron para tapar la mala imagen visitante. Colectiva e individual. Porque, aunque Mandiá decide, los futbolistas juegan. Y ninguna de las dos partes puede presumir. El primero por no haber consolidado un once base e ir modificando tardíamente sus planteamientos iniciales hasta llegar a lo que muchos ya sabían. Y los segundos por fallar en demasía.
Hoy, tras el horroroso viaje hasta Mallorca, será un día de análisis en el Racing. En las ondas se espera una lluvia de posibles recambios para el actual entrenador y puede que la centralita del club se colapse con llamadas de ávidos representantes. Es normal. El equipo parece haber tocado fondo porque lo peor de ayer fue que ni siquiera hubo respuesta ante las adversidades. De haberse jugado el partido en Santander, la empanada podría achacarse al dichoso viento del Sur que azotó Cantabria. Pero me da que hasta Pernía ya lo tiene claro: fueron los aires de Mandiá.
El detalle. Brigitte Yagüe hizo el saque de honor
Antes del inicio del partido, el público de Son Moix tributó un merecido homenaje a su paisana Brigitte Yagüe, triple Campeona del Mundo de taekwondo (2003, 2007 y 2009) y cuatro veces de Europa. La sensacional deportista recibió una camiseta del Mallorca con el dorsal '3' y realizó el saque de honor ante la gran ovación del respetable.