El reportaje | Un mercenario del fútbol
Vieri apunta a su 14º equipo: el Botafogo
Hace seis días, el italiano se "retiraba" del fútbol. Ayer dijo que jugará en Brasil. Ha denunciado al Inter por presunto espionaje. Dice que Satta "le ha retirado"
No tengo más ganas de jugar y no estoy tentado ni siquiera por el extranjero. Me retiro". Son palabras de Christian Vieri hace apenas seis días. Ayer decía esto a una web brasileña: "Quiero jugar en Brasil. Me gustaría ir a Botafogo". Típico de él, un tipo disperso, futbolista ciclotímico y conquistador profesional. A Vieri no se le tuerce el gesto por cambiar de opinión o de chica, ni mucho menos de equipo. Trece son hasta ahora los clubes en los que Bobo (Tonto), como le apodan en su país, ha estampado su firma a los 36 años, 19 de profesional: Torino, Pisa, Rávena, Venecia, Atalanta (tres veces), Juventus, Atlético, Lazio, Inter, Milán, Mónaco, Sampdoria y Fiorentina. Carrera de locos, mercenario ejemplar: más de 350 goles esparcidos por el mapa.
Así lo ven en la imagen de la derecha. Sin camiseta ni patria, gritándose un tanto a sí mismo. "Porque yo lo valgo", parece decir. No hay mejor manera de resumir la vida de este prototipo de bomber italiano, explosivo en la cancha y casi más en el papel cuché. Un gran gigoló de Italia y escuela (tanto en el fútbol como en la playa) de la que beben otros arietes italianos actuales como Toni, Iaquinta, Gilardino, el más jovencito Quagliarella...
Futbolistas-armario no exentos de talento, con habilidad para jugar tan bien de cara como de espaldas a la portería. De ese corte tenía ya el Atlético a Kiko en el verano del 97, pero Gil quería otro y por él pagó a la Juve 3.000 millones (de pesetas). Vieri arribó a Madrid para convertirse en el último pichichi rojiblanco, 24 goles en 24 partidos. Llegó, goleó y se fue al año siguiente. Nostalgia de la pizza y la pasta, argumentaron las crónicas oficiales. Off the record, ocurrió por uno de esos amores pasajeros que primero le llevaron al Lazio y luego al equipo que más goles ha disfrutado de él, el Inter. Seis años duró en San Siro, (casi siete, pues también pasó media campaña en el Milán), pero la nerazzurra no le llegó lo suficiente al corazón, no le dejó más poso que el de la cuenta bancaria. La semana pasada, Christian acudía al palacio de Justicia milanés para pedir una indemnización de 21 millones de euros. Bobo acusa al Inter y a la compañía Telecom Italia de haberle espiado telefónicamente en sus tiempos como interista. El presidente Moratti sospechaba que le gustaba demasiado la noche, que las pasaba bailando junto a uno de los (pocos, dicen) amigos que le ha dado el fútbol, Ronaldo.
A Brasil, a reunirse de nuevo con el Fenómeno, ahora en el Corinthians, parece que se marcha Vieri. A por el 14º equipo de su carrera. ¿Será el último? Nunca digan nunca. Todo es posible para esta elegante antítesis de one club man.
La Recopa-99, en su palmarés
Vieri ganó con el Lazio la última final de la Recopa, la del 99. 2-1 al Mallorca (arriba, lucha con Siviero) con un tanto de Bobo. En su palmarés también figuran un Scudetto y una Intercontinental (Juventus), una Coppa Italia (Inter) y tres Supercopas. Ha sido Pichichi (98) y Capocannionere (03).