Cuáles son las sensaciones el día después a la reaparición tras cinco meses?

Buenas. Además de estar contento porque el equipo ganó sin encajar goles, me encuentro bien por haber vuelto, con más moral que las semanas anteriores, sin duda.

¿Tenía nervios antes de jugar en Alcoy?

Uno siempre se mete presión en cada partido. Aunque fuera un rival de menor entidad sobre el papel, todos teníamos muy presentes el partido del Real Madrid en Alcorcón. Y, por lo que respecta a mí, más que nervios tenía muchas ganas.

¿Se notaba a gusto para cumplir los objetivos defensivos que el equipo persigue?

Lo importante es que, juegue quien juegue, el equipo mantenga la solidez defensiva que estamos demostrando en los últimos partidos. Y en Alcoy lo conseguimos otra vez.

¿Acusó mucho la falta de ritmo a la hora de realizar muchos movimientos?

Está claro que, cuando empieza el partido, siempre tienes alguna duda. Pero, a medida que fueron pasando los minutos, me fui encontrando muy bien y estuve cómodo.

¿Qué le dijo Emery?

Nada. Personalmente, no he hablado con él. Todos sabíamos que en este partido lo importante era no llevarnos un susto y encarrilar la eliminatoria para ir pasando de ronda, esperando que otros equipos fuertes vayan cayendo.

¿Cuándo creyó usted que estaba para jugar?

Después de salir de la lesión y empezar a trabajar con el grupo, mi cabeza me decía que tenía que haber vuelto antes. Pero la realidad es que no había jugado ningún partido hasta Alcoy porque el míster no lo creyó oportuno.

¿Y cómo ha vivido estas últimas semanas en las que creía que estaba para jugar y no entraba en las convocatorias?

La clave ha sido estar lo más tranquilo posible, esperando que llegara este momento. Ahora sólo deseo que vengan más partidos.

¿Cómo se tomó que, unas horas antes de jugar contra el Barça, Unai le dijera que no le veía a punto, apostando por Bruno para la izquierda?

Si no me llevó es porque no me veía. A partir de ahí, insisto, supe que debía estar tranquilo y trabajar aún más fuerte para convencerle, con partidos como el de ayer, para que sepa que estoy bien.

Antes de viajar a Almería, Emery mantuvo que a usted aún le faltaba un punto...

Ante eso no puedo decir nada. Es una duda que hay que trasladársela al entrenador.

¿No se le pasó por la cabeza bajar los brazos?

Eso nunca. La temporada es larga y sé que nos llegarán los partidos a todos. Con esto, espero que venga ya el próximo y pueda tener continuidad.

¿En qué partido cree que volverá a jugar?

Quiero que sea el domingo. Mi objetivo siempre ha sido ser el primer lateral de la plantilla. Confío en que esto ocurra.

Pues hasta ahora ha sido el tercero por detrás de Mathieu y Bruno...

Ahora toca que esto cambie. No sé si será suficiente con el partido de Alcoy, pero tengo que hacerle pensar a Emery que estoy aquí, dejando de ser el tercer lateral para ser el primero.

¿Y uno de sus deseos será que no ocurra lo de la temporada pasada, cuando encadenó tres buenos partidos y Emery le sentó después?

Lo más importante para un jugador es la continuidad y aquel momento me fastidió porque duele dejar de jugar cuando mejor te encuentras.

¿Se acabaron los problemas físicos graves para Asier?

Sí. Después de operarme de los dos tendones de Aquiles en los últimos años, me encuentro muy bien. Después de jugar todo el partido en Alcoy, no tengo ningún dolor y las sensaciones son buenísimas. No sólo ahora, sino desde que me operé y empecé a trabajar.

Después de tanto tiempo fuera, ¿quiere reivindicarse?

Lo más importante para mí es poder jugar bien y hacerlo sin dolores. Las críticas molestan pero pienso en jugar.

¿El objetivo es que Karla vea a su padre como titular?

Sin duda. Ojalá me vea y le pueda dedicar un gol.