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Copa del Rey | At. Ciudad 2 - Sevilla 4

O Fabuloso se remanga

Luis Fabiano apaga la revuelta del Atlético Ciudad

<b>FELICIDAD SEVILLISTA. </b>Navas y Luis Fabiano se abrazan después del gol que ambos fabricaron.
FELICIDAD SEVILLISTA. Navas y Luis Fabiano se abrazan después del gol que ambos fabricaron.pepe valero

Escarmentado como estaba de los dos últimos años, en los que Denia y Ponferradina le habían puesto la cara colorada y casi le mandan a la lona, el Sevilla pasó la aspiradora por Cartagonova, marcó cuatro goles en 36 minutos y liquidó la eliminatoria. Buena parte de la responsabilidad de ese apetito la tuvo el Atlético Ciudad, que jugó 20 minutos de película y se creyó héroe con el primer gol de Guille Roldán, cordobés de 27 años con perfil de héroe anónimo de esos que sólo son posibles en noches coperas. El 1-0 le desató, pero aquí la estrella es Luis Fabiano.

Condenado a jugar un partido que no da demasiada gloria, el brasileño tuvo un comportamiento profesional impecable. Hizo dos goles en un par de minutos y asistió a Navas (está espectacular, lástima esas dudas con la Selección) en el tercero. En lo demás el Sevilla no estuvo sobresaliente, más bien al contrario. Se dispersó demasiado y fue un equipo bastante tibio. Pero todo tiene remedio si Luis Fabiano se levanta con ganas de jugar al fútbol.

En realidad, el Sevilla ganó el partido con tres futbolistas. Además de Luis Fabiano, un pulpo cuyas piernas alcanzan cualquier balón imposible como en el segundo gol, destacaron Navas y Capel. Lo de Jesús ya no es noticia. Que haga buenos partidos se ha convertido en una rutina. Los micrófonos le rodean después de cada ducha. Persiguen la declaración de su vida pero Jesús habla en el campo y de momento sólo de sevillista. Capel fue una aparición agradable. Porque el Atlético Ciudad es un rival de Segunda División B pero demostró fútbol y en ese modelo de partido también hay que reivindicarse. Capel lo hizo. Es un futbolista con voluntad y parece decidido a cambiar el curso natural de las cosas que ha puesto estos días a Perotti por encima en la jerarquía. Al menos ayer recuperó la sonrisa.

El resto son loas al Atlético Ciudad y a Julián Rubio, entrenador de otra época pero que sobrevive, seguramente por atrevimientos como el de ayer. El Atlético Ciudad le robó la cartera al Sevilla dos veces y estuvo muy cerca de un 2-0 que podría haber sido preocupante para el Sevilla. También rozó el tercero y pidió justamente un penalti sobre Nacho de Duscher, que naufragó con Romaric en el centro del campo. No era un partido fácil para ninguno , pero no debería consentirse que el costamarfileño se convierta en lo que Cúper llamó despilfarro de talento cuando se encontró con Ilie. Finalmente, fue un partido para aplaudir, porque todos esperaban un tostón y el que no lo compró se quedó con las ganas. La Copa, véase Alcorcón, tiene un no sé qué...