Willy frena al Cartagena

Liga Adelante | Elche 1 - Cartagena 1

Willy frena al Cartagena

Willy frena al Cartagena

reportaje gráfico: fito gonzález

Toché adelantó al Efesé pero Molina igualó la contienda.

Hay partidos que hacen afición. Como el que ayer se vivió en el Martínez Valero. Elche y Cartagena firmaron un justo empate que, pese a que truncó la racha de victorias de los locales y provocó que el Efesé cediese el liderato, contentó a ambos. Los dos conjuntos hicieron méritos para ganar y como no pudieron conseguirlo, hubo un reparto salomónico de puntos.

Los dos primos, José Bordalás y Juan Ignacio, podrán sentarse en la misma mesa familiar cuando se presente la oportunidad. "Él pagará el arroz y yo, el buen vino", reconoció satisfecho Juan Ignacio tras el duelo. El Elche salió con la lección aprendida. Cedió la pelota para tratar de asfixiar la salida del rival e intentar robar el balón en una zona cercana a Saúl, Jandro o, sobre todo, Santos. Y, desde ahí, enseñarle los dientes al contrario. Durante la primera media hora la posesión fue de los visitantes, pero las ocasiones las puso el equipo de Bordalás cada vez que Santos se conectaba al cable de corriente y entraba en el partido. El madrileño hizo más kilómetros buscando resquicios en una defensa que demostró el por qué es la menos goleada de Segunda. En ella, Cygan, todo un lujo.

A medida que pasaron los minutos, el cansancio hizo mella en el Elche, que bajó la intensidad en su presión y permitió al equipo de Juan Ignacio adelantar metros. Su ocasión más clara llegó a tres minutos del descanso. De Lucas se fue de Raúl Fuster y le puso un centro medido a la bota de Toché que, solo ante Caballero, no pudo batirle. El argentino sacó una mano prodigiosa para firmar el empate al descanso.

El Cartagena salió lanzado a por la victoria en el segundo tiempo. En el primer minuto, Toché volvió a quedarse solo ante Caballero, que desbarató la oportunidad. En la siguiente acción, el desenlace no fue el mismo para la alegría de la afición cartagenera. Toché, esta vez, sólo tuvo que empujar a la red un centro del incombustible Víctor. El gol no hundió al Elche. Más bien, todo lo contrario. Hubo acción y reacción. Y es que a los cinco minutos, Saúl puso un centro medido a la cabeza de Molina que sólo tuvo que peinarla para batir a Rubén. Delirio en la grada, decepción en los visitantes y vuelta a empezar. Con la igualada, el partido se volvió loco y cualquier equipo pudo haber ganado.

Los cambios no afectaron demasiado al desarrollo del encuentro pese a que Bordalás estuvo condicionado en las tres sustituciones. Las dos primeras llegaron por las lesiones de Usero y Jandro, y la tercera, por la expulsión de Navarro. Antes del pitido final, Toché le volvió a coger la espalda a la zaga ilicitana pero ahí estuvo Willy. El Elche, en el tiempo añadido, también pudo haber logrado el triunfo. Acciari lo tuvo en sus botas. Al final, primos para siempre.