El Juventus de Turín, gracias al brasileño Amauri, mantiene la tercera posición en la tabla, al vencer hoy por 0-1 al colista Siena en la novena jornada de la Primera División italiana de fútbol, que encabeza el Inter seguido del Sampdoria, que también vencieron en los encuentros adelantados del sábado.

Conocidos los triunfos del Inter, que ganó 2-1 al Catania, y del Sampdoria, que se impuso por un contundente 4-1 al Bolonia, todas las miradas estaban puestas hoy en el Juventus y en el Fiorentina, para ver si mantenían el tercer y cuarto puesto. Y lo lograron, pero con el equipo toscano tocado por el Nápoles, que le ganó 0-1 en su domicilio.

Al Juventus le costó doblegar a un Siena que se hunde en la tabla -es el último- pero que hoy en su casa desplegó un juego brillante y bellas actuaciones individuales, como la de Maccarone, que a tan sólo dos minutos del comienzo del partido a punto estuvo de marcar.

Hasta el minuto 72 no se despejó la incógnita, cuando tras una falta al brasileño Diego, su compatriota Amauri marcó el tanto de la victoria juventina, que supo la sexta derrota del Siena en lo que va de temporada. Diego y el francés David Trezeguet destacaron entre los turineses, que siguen sin convencer.

El Fiorentina-Nápoles tuvo como punto de referencia al portero toscano Frey, que lo paró todo, incluso un penalti lanzado por Quagliarella en el minuto 79.

Aunque entre los florentinos destacaron Gilardino y Jorgensen, el club toscano jugó a la defensiva y en algunos momentos se le vio perdido, mientras que los napolitanos Lavezzi y Maggio tiraban a puerta. Al final, cuando faltaban siete minutos para el final, Maggio logró el tanto de la victoria del Nápoles.

El Palermo se colocó el quinto al ganar por 1-0 en su casa al Udinese, gracias a un tanto de Bovo, seguido del también sureño Bari que se impuso 2-0 al Lazio de Roma, goles del brasileño Barreto en el minuto 11 y Meggiorini en el 72.

El Bari dio una lección de fútbol: posesión del balón, gran movimiento, gran velocidad, descolocando a un Lazio que, al igual que el otro equipo capitalino, el Roma, no supo hoy lo que fue jugar y menos triunfar.

El Roma perdió en el Olímpico de la capital por 0-1 frente al Livorno. El visitante Tavano logró el gol de la victoria, fulminando al portero Doni, en el minuto 40. El romanista Vucinic intentó la remontada, pero nada. El partido sólo vio después la expulsión del portero visitante De Lucia.

En esta jornada, destacó el encuentro Cagliari-Génova, en el que los visitantes comenzaron ganando gracias a los goles de Mesto en el minuto 21 y Floccari en el 59, pero que se vieron arrollados por un Cagliari que logró tres tantos, obras de Biondini, en el minuto 55, Nene, en el 78 y Lazzarini en el 87.

El Atalanta se impuso con rotundidad por 3-1 al Parma, obras del chileno Jaime Valdés en el minuto 43, de penalti; de Tirabocchi en el 52 y Peluso en el 84. El gol de la honra del Parma lo metió Paloschi, en el minuto 77.

Dos goles del defensa Alessandro Nesta en el último cuarto de hora de juego, dio el triunfo al Milán en terreno del Chievo Verona (1-2), lo que deja al conjunto milanista en la sexta plaza (igualado con el cuarto) al término de la novena jornada de la Primera división italiana de ftbol.

El triunfo del Milán, que llegaba de la victoriosa visita europea en terreno del Real Madrid, resultó muy sufrido. Y es que fue superado en la primera mitad por el Chievo Verona, que se puso pronto con un favorable 1-0 en remate de Giampiero Pinzi (m.7).

Los locales dominaban y controlaban a un discreto e inoperante Milán, donde no se hacían notar ni el holandés Huntelaar -hoy titular-, ni los brasileños Pato y Ronaldinho.

Tuvo que esperar a la segunda mitad para ver a un Milán mejorado y ambicioso, viéndose beneficiado por las entradas de Borriello por Huntelaar (m.60) y de Filippo Inzaghi por Ronaldinho.

Pero no fue hasta el minuto 81 cuando empezase el festival goleador de Nesta. El defensa puso el 1-1, al recoger un balón rechazado por el travesaño a remate de Borriello; y el 1-2 (m.92), en remate de cabeza.

Nesta le daba los tres puntos al Milán y castigaba en exceso a un Chievo Verona que mereció la igualada.