Quique Sánchez Flores, un técnico metódico para enderezar el rumbo

Enrique Sánchez Flores, más conocido como Quique Sánchez Flores, nació el 2 de febrero de 1965 en Madrid. Es hijo del ex-jugador del Real Madrid, Isidro Sánchez, y de Carmen Flores, embajadora de la copla en Argentina, y hermana de la cantaora y bailaora flamenca Lola Flores.

Como futbolista, militó en el Pegaso Tres Cantos, en el que comenzó su carrera, Valencia CF, Real Madrid y Real Zaragoza. Su debut en Primera División se produjo en 1984 en las filas del Valencia y se retiró en el Real Zaragoza en 1997, antes de hacer el curso de entrenador. También fue internacional absoluto con la Selección Española con la que acudió al Mundial de fútbol de Italia de 1990.

Tras su retiro como futbolista, Quique Sánchez Flores realizó el curso de entrenador y el primer proyecto del que se hizo cargo fue el de uno de los equipos juveniles del Real Madrid en la temporada 2003-2004. Un año más tarde, en la temporada 2004-2005, dio el salto a Primera División con el recién ascendido Getafe.

Allí, como sucede ahora con el Atlético de Madrid, Quique no era la primera opción para ocupar el banquillo azulón, en el que Míchel partía como principlal favorito. Pero una reunión con Ángel Torres convenció al presidente getafense de que el madrileño era la mejor opción posible para dirigir al Getafe.

Tras un comienzo dubitativo, le acompañaron los buenos resultados que le permitieron dar el salto a uno de los grandes de España, el Valencia CF en la temporada 2005-2006. En su etapa como técnico del Valencia, el madrileño nunca consiguió tener el favor de todo el público, que criticó duramente sus planteamientos.

Quique se caracteriza por ser un entrenador metódico que huye de las improvisaciones y su principal virtud es el trabajo táctico. Además, la disciplina es otra de las líneas maestras de su libro de estilo, de hecho ya ha tenido varias discusiones con algunos de los futbolistas a su cargo y no le ha temblado el pulso de imponer su criterio.

El 28 de octubre de 2007 fue destituido como entrenador del Valencia CF debido a la racha de malos resultados tanto en la Liga como en la Liga de Campeones. La afición valencianista no estaba de su lado y había pedido durante mucho tiempo la marcha del entrenador con el conocido lema "Quique vete ya" e, incluso, los aficionados llegaron a colocar una pancarta en un entrenamiento pidiendo su destitución.

El 24 de mayo de 2008 fue presentado como entrenador del Benfica y firmó un contrato por 2 años con opción a uno más, pero al terminar la temporada 2008-2009 abandonó el club lisboeta tras no cumplir con las expectativas existentes.

Ahora, tiene la oportunidad de volver a España para enderezar el rumbo de un Atlético de Madrid en el que tendrá que trabajar contrarreloj para salir de los últimos puesto de la Liga BBVA y remontar el vuelo en las competiciones europeas. Su pasado madridista ha sido uno de los motivos que han retrasado su contratación por el club rojiblanco y que la entidad barajase otras opciones que convencían más.