El futuro de Tamudo depende de Pochettino

Mauricio Pochettino tendrá la última palabra sobre el futuro de Raúl Tamudo. Después de unos días locos, de apariciones improvisadas, de declaraciones cargadas de rencor (por un lado y por otro, que conste) y de dar una sensación mediática lamentable, parece que la situación puede reconducirse.

Ayer, después de un prudencial silencio, hubo un contacto a tres bandas. Tomás Durán, agente del futbolista, mantuvo charlas telefónicas con Dani Sánchez Llibre y Ramon Planes. Hubo mejor sintonía que días atrás. Normal, aunque no era muy complicado. Conclusión: Tamudo esperará en el club hasta el mes de diciembre, justo cuando se abra el mercado invernal. Si entonces llega una propuesta que interese a las dos partes, se ejecutaría una venta o bien se precipitaría una salida; es decir, ex capitán comenzaría a ser historia en el club.

Pese a todo, aún deben analizarse muchas cosas. Después de las intervenciones de la semana pasada, da la sensación de que Mauricio Pochettino tendrá ahora mucho más peso y su decisión será determinante para el devenir de la delirante historia con el ex capitán. Será el entrenador el que deba pensar qué hacer con el futbolista. ¿Aceptarlo como uno más? ¿Apartarlo del equipo? ¿Sentarse a hablar con él? Mandará el código interno, claro. De la multa económica no le salvará nadie, claro, pero la primera respuesta a las intenciones del técnico la tendremos pronto: el viernes habrá lista de convocados para viajar a Sevilla y será interesante saber si Tamudo vuelve a la expedición o si bien pasa el fin de semana en El Maresme.

Parece que se cierra un nuevo capítulo del caso Tamudo. Hoy puede pasar cualquier cosa, no lo duden, aunque a diferencia de la semana pasada las intenciones son más bien diferentes. Cuando impera la lógica todo parece ir mejor.

José, su padre, estuvo con él en la sesión

José Tamudo estuvo ayer en la sesión preparatoria. Después de hacer unas gestiones privadas a primera hora, Raúl se metió en el vestuario para cambiarse, mientras que su progenitor observaba con tranquilidad todo lo que sucedía en el terreno de juego. Los ojos denotaban tristeza, la que está pasando toda la familia Tamudo en estos días. Normal. Después del entrenamiento, ambos se metieron en el vestuario, aunque abandonaron la Ciudad Deportiva en momentos diferentes. Muchos aficionados demostraron mucho afecto al delantero, que rubricó autógrafos y no dudó en ningún momento en retratarse con todos los que se acercaron a solicitárselo.