Se fue Maldini y el Milán sigue buscando un líder

El Milán llegó a Barajas con más periodistas que curiosos esperando, signo de que, ni Ronaldinho tiene tirón, ni la entidad es lo que era. Con ese panorama (y ante el mutismo del brasileño) todos los focos se centraron en Seedorf. "No, el Milán no es favorito. Favoritos son el Madrid, el Barça, el Manchester o el Chelsea...". Esa frase fue la losa que la expedición milanista arrastró hasta llegar al Bernabéu para entrenarse a las 19:00 horas, con llamadas continuas de periodistas a jugadores para buscar una reacción y con los teléfonos del gabinete de prensa lombardo echando humo.

Cuentan de fuentes cercanas al vestuario que la plantilla ha puesto sus esperanzas en el partido ante el Madrid para levantar definitivamente el vuelo, pero la falta de una mecánica de juego tras la marcha de Kaká no es el único problema al que se enfrentan. Es mayor aún el de la falta de liderazgo. Nadie ha sido capaz de ocupar el sitio y la todopoderosa capitanía que ocupaba Maldini, que incluso acabó disgustado con Galliani por su manera de salir de la entidad. Ronaldinho es incapaz de hacerse con él. En dos temporadas no ha sabido integrarse en la familia milanista. Aseguran de él que, aunque su comportamiento en lo deportivo es excelente, "va a su bola, no habla con los compañeros" y es frecuente verle, en los viajes, con la cabeza enfundada en su gorro y portando unos enormes auriculares por los que escucha samba sin decir si palabra. Con este panorama, son Nesta y Ambrosini los que se han echado esta responsabilidad a la espalda. ¿Tendrían suficiente entidad para reprimir las palabras que pronunció Seedorf?

Falta Kaká.

La salida de Kaká ha hecho más daño moral incluso que futbolístico. Todos los periodistas consultados coinciden en alabar su carácter conciliador y aunador de esfuerzos del grupo, lo mismo que está sucediendo ahora con él en el Real Madrid.