Liga de Campeones | Sttutgart - Sevilla
Samba para Stuttgart
Sin Negredo, regresa Luis Fabiano para sellar el liderato.
Por regla general, lo que se entrega en Stuttgart son llaves de coche, a poder ser Mercedes. Pero lo que esta noche puede tener el Sevilla en su mano en el VfB Arena (el antiguo y emblemático Neckarstadion donde Maradona ganó su único título europeo, la UEFA) es la llave de los octavos de la Champions. Hablando de llaves, precisamente el que la echa hoy en el Sevilla no es Andrés Palop, encargado habitual de la empresa. Le toca a Javi Varas, un chico humilde del barrio de Pino Montano que soñaba con ser Unzúe y trata de usted a Palop y a la Virgen de la Macarena. Hasta aquí le ha traído la fe. Varas no había jugado en su vida dos partidos seguidos con el Sevilla y le toca un buen toro, aunque el Stuttgart, viejo clásico, está pachucho y deambula por las profundidades de la Bundesliga (puesto 13) sin que Marcus Babbel, cumplidor lateral derecho de los noventa (Bayern, Liverpool) atine con la fórmula. Qué pensará Jurgen Klinsmann, el mayor patrimonio histórico del club.
La crítica da por supuesta la superioridad del Sevilla, pero si la maquinaria alemana se pone en marcha, firmes. En el Stuttgart no juegan mancos. Hleb, fondo de armario en Barcelona, es capitán general. Vertical y dinámico, juega con libertad, es difícil de descifrar y se entiende bien con Cacau, brasileño anónimo y peligroso. Al Sevilla, que se estudia estos equipos durante el año porque de clubes con este perfil pesca Monchi todos los veranos, no lo van a pillar en un renuncio. Aunque este verano se les escapó Kuzmanovic...
El Sevilla ha reseteado tras caer en Riazor. Y le siguen sobrando recursos. Negredo está en cama y el repuesto, casi nada, es Luis Fabiano, recién aterrizado desde Brasil a los cero graditos de Stuttgart y en la lista de candidatos a Balón de Oro. No lo ganará, pero ningún entrenador diría que no a los encantos de O Fabuloso. ¿A que sí, Schuster?