Nos falta velocidad. No tenemos un jugador que rompa y que desequilibre con su rapidez". Muñiz no ha parado de soltar reflexiones de este tipo desde que arrancó el campeonato. Es difícil cuantificar cuánto echa de menos el asturiano al Sputnik Eliseu. La temporada pasada marcó siete goles y dio seis asistencias de gol. Su aterrizaje en Primera fue extraordinario. Con su rapidez abrió multitud de defensas. El Málaga y el futbolista quisieron renovar su compromiso durante la temporada pasada, pero no hubo acuerdo. El luso se fue al Lazio y dejó en las arcas de Martiricos un millón de euros. Pero en Italia no está contando para su técnico, el italiano Davide Ballardini. No acaba de adaptarse a la vida en Roma y está como loco por volver a Málaga. De hecho, su familia pasa más tiempo en la Costa del Sol que en la capital transalpina. Según ha podido saber AS, Muñiz ha asumido personalmente la negociación y ya ha conversado con el luso. El propósito del club es traerle cedido asumiendo la mitad de su ficha (está cobrando en torno a 700.000 euros netos por año). Las conversaciones llevan abiertas varias semanas y Eliseu está presionando para que el club romano le deje venirse a Málaga. La lesión de Jordi Pablo le permitiría ocupar su ficha y jugar desde ya. No tendría que esperar a la apertura del mercado invernal para ser inscrito como malaguista. Muñiz suspira por un banda derecha y Eliseu sería su golpe de efecto ideal.

La operación ha sido llevada personalmente por Juan Ramón Muñiz, que mantiene una gran sintonía con el extremo luso desde su paso por Martiricos. Fue el propio Muñiz quien le fichó de Os Belenenses y es el propio asturiano el que está liderando la ofensiva para su regreso. La operación cuenta con el visto bueno de Fernando Sanz en el aspecto económico y deportivo. En un principio, el Lazio no ha rechazado la propuesta del club. Si los italianos acceden finalmente a cederle, el acuerdo podría ser cuestión de días. Muñiz y el Málaga necesitan velocidad. Y Eliseu es el objetivo perfecto.