El árbitro Jones irá a la nevera por su grave error

Ayer fue uno de esos días que los editores de diarios adoran. El extraño gol que encajó el Liverpool tras rebotar en una pelota de playa dio para una ingeniosa lista de titulares: "Pelota de playa roja 1-Liverpool 0", se podía leer en el Mail on Sunday. Bajo los titulares, la broma continuaba. El News of the World consiguió una exclusiva mundial al entrevistar al balón de plástico: "Estoy lleno de orgullo por mi influencia en el resultado. Mi ego está inflado después de haber sido el participante clave de la victoria".

El Sunday Mirror ofrecía la pelota, que se puede adquirir en las tiendas oficiales del Liverpool, a mitad de precio. "Llévese a casa por 10 euros, en lugar de los 20 habituales, el balón goleador". Con la misma finura, Steve Bruce, el entrenador del Sunderland que llegó a preguntar en la conferencia de Prensa si alguien tenía claro si el gol era legal o no, afirmó al final del encuentro: "Qué pena, el balón lo lanzó un aficionado del Liverpool, ohhh".

El gravísimo error del árbitro Mike Jones, que no recordó la ilegalidad del tanto, le mantendrá en la nevera durante unas semanas. Pepe Reina, el futbolista que protestó más airadamente, prefiere no recordar la escena y se ha mantenido en silencio tras el encuentro.

El Wigan hace pinchar al City

El Wigan de Roberto Martínez volvió a demostrar que se le dan bien los grandes. Tras ganar 3-1 al Chelsea, ayer maniató al poderoso Manchester City y logró sacar un punto. N'Zogbia adelantó al Wigan y Martin Petrov, ex del Atlético, empató para los citizens, que con este pinchazo se quedan fuera de los puestos de Champions. En el otro partido de la jornada, el Blackburn de Michel Salgado ganó 3-2 al Burnley.