Una vaselina de Antoñito deja a Valverde tocado

Liga BBVA | Xerez 2 - Villarreal 1

Una vaselina de Antoñito deja a Valverde tocado

Una vaselina de Antoñito deja a Valverde tocado

El primer triunfo del Xerez hace farolillo rojo al Villarreal

No podía ser de otra forma. Parecía escrito que el primer triunfo azulino iba a consumarse con una genialidad de Antoñito. El mismo jugador que ya salvó al Xerez del descenso a Segunda B hace dos temporadas, y cuyo concurso se le pedía a Ziganda desde la grada a gritos. El duende del Romario del Polígono volvía a ser definitivo en un partido con tintes dramáticos. Paradójicamente, ha sido el sevillano el que le resolvió ayer la papeleta al técnico navarro, que le ganó la partida a su gran amigo Ernesto Valverde gracias a esa plástica vaselina del genio y a un certero cabezazo de Mario Bermejo.

El técnico del Submarino se queda en una posición sumamente difícil, con su equipo colista por detrás de un club que cuenta con solo ocho millones y medio de presupuesto para la primera plantilla. Roig ya dijo el pasado viernes que su puesto no corría peligro pasase lo que pasase en este partido, pero el drama del Villarreal ya empieza a ser preocupante.

El cambio de esquema de Ziganda, con tres centrales y dos carrileros, llevó peligro en los primeros diez minutos de partido, pero a partir de ahí, la sociedad formada por Pires y Llorente comenzó a hacer daño a la muralla azulina.

Mala fortuna. Pires le ganó la espalda a la defensa con un certero pase que recogió Llorente. Este llegó a la línea de fondo y centró para que rematase el siete del conjunto amarillo. Al filo del descanso, Bermejo empató tras cabecear un córner.La mala fortuna le persigue al Submarino. Esto quedó patente durante una buena parte de la segunda mitad. Nilmar tuvo la victoria en sus botas, pero envió el balón al poste. Y en estas, llegaba la jugada polémica del partido. Una deficiente cesión a Diego López terminó con éste golpeando el balón hacia adelante. Carlos Calvo lo interceptó con la mano, y Antoñito recogió el rebote. De ahí, dibujó una vaselina perfecta con el portero del Villarreal ya batido y la pelota acabó entrando. Gol histórico, el del primer triunfo azulino en primera, y enfado monumental del equipo de Valverde en pleno. Llovieron las protestas y Rubinos acabó mostrando tarjetas amarillas.