El Ono es un fortín

Vaya por delante que el Geta sufrió un castigo excesivo aunque fue de más a menos, apagándose como la gaseosa una vez más y mostrando una 'flaccidez' defensiva alarmante. La realidad es tozuda y lo que dictó el marcador fue inapelable: decidieron dos golpes de Aduriz y otro de Julio Álvarez al aprovecharse éste de una mala cesión de Cata y del rechace del poste para abrir el marcador cuando el partido estaba abierto y hasta pelín volcado entonces del lado blanco (así vistió ayer el Geta). Pero dicho esto, convengamos en que ahora que algunos brujos de esos se están poniendo de moda, aquí uno de los pocos al que le cuadra el calificativo de mago es Goyo Manzano. A ver, manejada la siguiente tesis desde el máximo respeto al trabajo de unos profesionales de verdad, la radiografía de la plantilla del Mallorca obligaría a pensar que su sitio estaría, puesto arriba puesto abajo, superando por poco a los cinco de la cola; pero resulta que tras siete jornadas este equipo va quinto... por arriba, o sea, ¡en zona UEFA!

El milagro. No tiene la pócima del profesor Manzano más secreto que el de la coherencia. Justo ahora en tiempos en los que se debate sobre cuadrados mágicos, movimientos geométricos, rotaciones a veces excéntricas aquí y allá o extraños ataques de entrenador, Manzano se ha montado un clásico, pureta y ortodoxo 4-4-2 en rombo (él también se maneja razonablemente en asuntos de geometría) que equilibra a sus equipos de manera sencillísima. Cuatro zagueros en línea, un medio defensivo (Mario), otro creativo (Valero), dos extremos (Julio y ese 'Chori' Castro uruguayo que le dio la tarde a Torres) y una pareja de ataque con movimientos de lo más natural, Aduriz y Víctor: los dos se mueven, se desmarcan y se llevan a los centrales de un lado a otro con aparente facilidad.

Lo curioso es que el Getafe salió con su habitual sentido táctico ofensivo, con su idea de controlar el balón, tocar en medio campo con Parejo y Adrián, llevar peligro con el zurdo Albín en la banda derecha a pie cambiado (a lo Messi, para entendernos), Gavilán en la otra banda y Soldado al rescate en el área. Creó sus ocasiones, las desaprovechó y a medida que fue perdiendo fuelle (sólo Adrián mantuvo el tipo y una línea regular los 90 minutos), lo fue ganando un Mallorca directo, rápido y con contragolpes de manual, como el del 3-0 que el 'Chori' regaló al matador Aduriz.

Míchel lo intentó al final metiendo a Manu del Moral y a Casquero (pareció un poco tarde, dicho sea de paso) y también a Boateng, el chico ghanés que apunta buenas maneras pero que no acaba de mostrarlas del todo cuando sale. El Mallorca europeo continúa intratable en casa y el Geta aún sigue sin encontrar su identidad...