Liga BBVA | Valencia 0 - Barcelona 0
El Barcelona celebra el empate
El Valencia fue un ciclón en la primera mitad, pero se olvidó de marcar. Tras el descanso, las fuerzas se igualaron y ambos equipos gozaron de ocasiones de peligro. Los de Guardiola dicen adiós a su pleno de victorias en la Liga y dejan escapar los dos primeros puntos de la temporada.
Empate sin goles en Mestalla entre el Valencia y el Barcelona. Los de Emery fueron superiores en el global del encuentro y maniataron a su rival en la primera mitad. Tan sólo la falta de definición che posibilitó que el Barcelona, que se defendió como gato panza arriba en el primer acto, se marchara al descanso sin ir por debajo en el marcador. El conjunto local fue un auténtico ciclón durante los primeros cuarenta y cinco minutos y gozó de claras ocasiones para inaugurar el electrónico. Tras el descanso, el equipo valencianista levantó el pie del acelerador y las fuerzas se igualaron.
El imparable Barcelona de Pep Guardiola llegó a Valencia dispuesto a sumar su séptima victoria consecutiva en Liga. Enfrente, un Valencia que no estaba dispuesto a dar el partido por perdido antes de jugarlo y que no pudo contar con su principal estrella, David Villa. Joaquín, Marchena, Vicente, Nacho, Chygrynskiy, Henry y Milito completaron el parte de bajas para el choque. Para los locales, la clave del encuentro se sostenía sobre dos pilares fundamentales, firmeza en defensa y anular a Xavi. Messi, que fue duda para saltar al césped de inicio, finalmente sí lo hizo e Ibrahimovic fue suplente. Así, el once titular del Barcelona fue el formado por Valdés, Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Touré, Xavi, Keita, Pedro, Messi e Iniesta. En el Valencia formaron César; Miguel, Dealbert, Navarro, Bruno; Pablo Hernández, Albelda, Banega, Mathieu; Mata y Silva. De esta forma, ambos equipos comenzaron el partido sin delantero centro puro.
Sin dudas y con el único objetivo del gol. Así saltaron locales y visitantes al césped de Mestalla. Tan sólo habían transcurridos dos minutos de encuentro cuando Pablo Hernández gozó de una ocasión inmejorable que desmoronó su único obstáculo hacia el gol, Víctor Valdés. La respuesta culé no se hizo esperar y en la jugada siguiente César evitó que Keita abriera el marcador. Las intenciones de ambos equipos quedaron evidenciadas en los primeros minutos de juego, ambos estaban dispuestos a luchar a tumba abierta utilizando sus armas. El Barcelona tenía la posesión y el Valencia buscaba desnivelar el encuentro a la contra. Esto fue así sólo durante el primer cuarto de hora de juego, justo el tiempo que tardó el Valencia en convertirse en un ciclón imparable, dueño y señor del balón y de las ocasiones. A medida que se agigantaba la figura de los jugadores locales, la de los visitantes menguaba.
Los hombres de Emery no se concedieron ni un respiro y lograron que el Barcelona se mostrase incómodo sobre el terreno de juego. Una jugada individual de Silva y varios acercamientos peligrosos a la portería de Valdés lograron que el partido y las gradas de Mestalla subieran, aún más, de revoluciones. Por primera vez en la temporada, el campeón de Liga se defendía como gato panza arriba achicando balones y sin opción alguna de poner en aprietos a su rival. El conjunto che superó a su rival en todas las líneas durante la primera mitad del partido, tanto colectiva como individualmente. Tan sólo la falta de definición evitó que los locales se marcharan con ventaja a los vestuarios. Mientras tanto, los de Guardiola sólo gozaron de una oportunidad clara para adelantarse. Fue de Iniesta y César, muy atento, se encargó de abortarla. El empate al descanso fue la mejor noticia para el Barcelona y la peor para el Valencia, que se vació en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Tras el intermedio, todo comenzó como en el primer acto. Ambos equipos se acercaron con peligro a las inmediaciones de la portería rival pero, a diferencia de la primera mitad, el Valencia levantó el pie del acelerador y permitió al Barcelona gozar de posesiones más largas y llegar con más asiduidad a los últimos metros en las jugadas de ataque. El equipo culé comenzó a respirar por primera vez desde el pitido inicial. Con el paso de los minutos los locales comenzaron a notar el gran esfuerzo físico realizado antes del intermedio, lo que se tradujo en un juego más directo y una presión menos feroz sobre sus rivales.
Rebasado el cuarto de hora de la segunda mitad, el Barcelona estuvo cerca de inaugurar el marcador por medio de Messi. Un fuerte disparo del argentino desde la frontal fue despejado, no sin dificultades, por César. Acto seguido, la ocasión fue de Pedro, que recibió una asistencia de lujo de Xavi y estrelló su disparo contra un zaguero rival. El Valencia seguía poniendo sobre el césped todo lo que le quedaba, pero las fuerzas se habían igualado y el gol podía caer para cualquier lado. Un despiste ocasionado por una 'refriega' entre entre Banega y Dani Alves en la medular dio lugar a la mejor ocasión local de la segunda mitad. Una galopada por banda izquierda de Mathieu, sustituido por Miku a falta de veinte minutos para la conclusión, acabó con un preciso centro del francés que fue rematado por Silva a bocajarro 'al muñeco'.
El Valencia ganaba a los puntos en el global del encuentro, pero la igualada seguía en el electrónico y Guardiola movió ficha desde el banquillo buscando mayor profundidad en el ataque de los suyos. Pedro y Xavi dejaron su sitio a Bojan y Busquets, respectivamente. El Barcelona parecía dispuesto, como luego demostró, a lanzar la ofensiva final con el objetivo de lograr los tres puntos y mantener el pleno de victorias ligueras. Por aquel entonces, los de Emery exprimían sus últimas fuerzas para no dejar escapar puntos de su feudo. Las sustituciones de Albelda y Silva por Maduro y Baraja, a falta de pocos minutos para el final, fueron irrelevantes. Así, se consumieron los últimos minutos del partido, con los dos contendientes buscando el gol que nunca llegó.
El Barcelona dejó escapar los dos primeros puntos de la temporada y dice adiós al pleno de victorias ligueras con el que aterrizó en Valencia. El conjunto che acabó pagando su falta de definición, sobre todo en la primera mitad, en la que dominó a su rival de principio a fin.