Liga BBVA | Sevilla
"Sánchez Pizjuán es el presidente más grande"
Fue una jornada emocionante de sevillismo. El actual consejo eligió otro 14 de octubre para honrar la figura del presidente eterno: Ramón Sánchez Pizjuán. El club reunió a 77 antiguos directivos para recordar a la personalidad más importante de la historia de la entidad.
El Sevilla demostró la pasión que siente por su centenaria historia en el emotivo acto que el club celebró ayer para recordar al "presidente eterno": Ramón Sánchez Pizjuán.
En la época dorada que ahora disfruta, la entidad se marcó un guiño emocionante al pasado para recordar a su gran presidente y a todos los viejos directivos que se mantienen con vida. Sevillismo puro. Amor por su historia. Pasión de un club que sigue perteneciendo a todos los que se enorgullecen de tener un corazón sevillista. Julio de 1957. La Junta directiva del Sevilla, aún conmocionada por el fallecimiento de Sánchez Pizjuán, acordó que el nuevo estadio llevara su nombre y que se colocara en el palco un busto del presidente desaparecido para que sirviera de ejemplo a las siguientes generaciones sevillistas. Aquella promesa se convirtió en realidad. Alrededor de la una de la tarde, José María del Nido descubrió el busto de Ramón Sánchez Pizjuán, obra de Roberto Echeverría. El antepalco, repleto de antiguos directivos entre los que se encontraban ex presidentes como Gabriel Rojas y Rafael Carrión, explotó en un sentido aplauso. "Lo hemos traído al gran proyecto de su vida. Lleva el escudo del Sevilla en el alma y su firma dibujada en la base. Esa firma que utilizó para renunciar a su propio patrimonio", comentaba el artista, elogiado por el propio Del Nido: "Es una obra de matrícula de honor. Has empleado tus manos y el corazón sevillista".
El actual presidente, envolvió el acto con alabanzas al homenajeado: "Fue Blasco Garzón el primero que incorpora a un joven Sánchez-Pizjuán a la directiva. No conozco a nadie que entre en una Junta con 23 años y menos para ser su secretario. Desde entonces, estuvo vinculado al Sevilla hasta su muerte, falleció siendo presidente, con la sociedad sevillana rendida ante él". La cascada de títulos durante el reinado de Del Nido alimenta un sentimental debate sobre quién debe encabezar la lista de presidentes ilustres. "El más grande es Sánchez Pizjuán. Fue el primero que hizo del Sevilla un equipo respetado. Lo construyó de la nada y eso es lo más difícil. Ganó tres Copas y quedó dos veces subcampeón de Liga. Una de ellas nos pertenecía. Estuvo 17 años en el cargo. Además, yo no tengo que pelear con los míos, sino contra los rivales. No lo quiero superar a él en nada. Yo seré grande si, después de 50 años de mi fallecimiento, me siguen recordando". Su deseo inicial es mantenerse en la presidencia durante diez años, un mandato que tiene toda la pinta de alargarse en el tiempo. Del Nido quiso darle su sitio a todos los directivos que han pasado por el club y, por la tarde, homenajeó también a los socios más veteranos. "Vengo a rendirles pleitesía. Somos lo que somos gracias a los incondicionales como vosotros. Vuestra fidelidad nunca se ha quebrado", les dijo. Y reclamó con fuerza la unión de todos: "Los objetivos son altos y no nos temblará el pulso. El mensaje de ilusión no es una utopía. Podemos alcanzar metas grandes. Pero hay que convertir nuestro estadio en una encerrona para los rivales como ocurrió contra el Madrid". Y miró al busto para gritar: "¡Presidente eterno! ¡Viva el Sevilla!".