Torpedo al Submarino

El Cartagena va en serio. No es un cordero en esta división donde mandan los lobos, y donde la igualdad es tan asfixiante que los pronósticos de deshacen a ritmo de buenos planteamientos de los diferentes entrenadores. Juan Ignacio Martínez, su técnico, está ofreciendo toda una lección de temple ante las situaciones más comprometidas. El Efesé ayer superó al Cádiz ampliamente, construyendo su victoria a raíz de una jugada inteligente donde cogió contracorriente a la zaga amarilla. Rentabilizando al máximo sus ocasiones, ahí está, mirando desde arriba a sus rivales. Es colíder y sólo le faltó un gol para ponerse por encima de la Real Sociedad. Ahí es nada.

Salieron sin grilletes los de Javi Gracia. Con descaro, y prácticamente desde el primer minuto, el equipo amarillo tuvo llegada y creó mucho peligro en la meta del conjunto cartagenero. Caballero fue el maestro de una orquesta que ayer parecía muy bien afinada. Sin embargo, como es habitual en Carranza, los locales no llegaron a entonar la nota perfecta. El gol del Cádiz rondó el área de Rubén durante la primera media hora con mucha asiduidad. Hasta cinco oportunidades claras se llegaron a contabilizar, la más evidente un uno contra uno que Caballero ejecutó mal ante un Rubén centrado. Ogbeche también tuvo su ocasión, pero ayer parecía que había un imán que sólo atraía los goles en la portería de Casilla.

Hasta el minuto 35, el Cartagena se había visto superado por el Cádiz. Pero apareció Mariano y la historia del partido cambió por completo. El centrocampista supo doblar a la defensa de Gracia con un gran pase hacia Toché que no desaprovechó su oportunidad. Con la espalda de los centrales completamente superada, el delantero batió con un fuerte disparo raso a un Casilla que ayer no paró nada de lo que le llegó.

El palo fue demasiado fuerte para los amarillos. A partir de ese momento, perdieron el norte y se desconcentraron . Los de Juan Ignacio Martínez tomaron el mando de las operaciones, continuando con su sentido práctico, pero además orientando su juego ya más hacia el ataque. La respuesta a esta nueva situación llegó con un gol de De Lucas, esta vez justo antes de irse los jugadores a la caseta, que dejó todavía más groggy al Submarino.

Puntilla.

Javi Gracia, entonces, salió a la desesperada. Cambió a Abraham por Toedtli para ganar en mordiente. Pero el Cartagena tenía preparado otro jarro de agua fría. Esta vez, prácticamente definitivo. Tras un saque de esquina, Víctor cabezeaba a gol y dejaba completamente noqueado al rival. Fue la puntilla a otro quiero y no puedo del conjunto amarillo. De ahí al final, Toedtli sólo pudo reducir distancias.