"No me siento crack, ni siquiera un proyecto de eso..."

¿El éxito ha sorprendido a la misma empresa?

Pues sí. Llegué a última hora, casi cerrándose el plazo de fichajes, y no había jugado nunca un 4-3-3 como propone Míchel, que me ha dado todas las facilidades desde que llegué. Pero me encontré con un magnífico vestuario, un gran entrenador, un presidente que ya tiene un busto en el Coliseum y deberían ir levantándole una estatua entera Todo han sido facilidades.

Se le acusa de ser un culo inquieto, de cambiar de equipo cada año. ¿La fidelidad no es una de sus virtudes?

Se dice eso y me molesta muchísimo. Yo estaba en el Murcia y me vendieron por 2.300.000 euros al Levante; no hicieron mal negocio En Valencia pasó todo lo que pasó y por 300.000 me traspasaron al Valladolid. En ambas ocasiones mejoré profesionalmente y a los clubes les convino la operación. El año pasado dejé de jugar los últimos diez partidos, apareció el Getafe, me explicó su proyecto y me gustó. Pagaron cuatro millones al Valladolid y 600.000 euros al Levante. Aquí he firmado por cinco años y aunque el presidente dice que voy a durar poco, mi idea es cumplir el contrato. No me tengo por infiel ni por frívolo. Se me han planteado situaciones parecidas y las he resuelto pensando en mi futuro, como es natural.

El Levante le curtiría.

Muchísimo. Yo era un chaval, no tenía agobios económicos, pero vi cómo colegas mayores, con responsabilidades familiares, las pasaban canutas.

Es curioso lo del Levante: casi todos los que vistieron su camiseta en aquellos tiempos difíciles le tienen cariño.

Y yo no soy la excepción. Me hubiera encantado pasar allí más tiempo. ¿Cómo no le voy a tener aprecio si confió en mí cuando empezaba?

¿Lo de las faltas lo entrena mucho? Ya sabe que le llaman el Beckham de Mula

No, los viernes, con el resto del equipo. Yo le he pegado así a la pelota desde pequeño, me sale Lo del Beckham de Mula se lo inventaron en Valladolid Es una exageración porque si hay un prototipo de lanzador magistral de faltas es David.

¿Qué le pide al fútbol?

Divertirme. Trabajo en lo que me gusta. Bueno Si esto es trabajar. Para mí no lo es, no lo considero trabajo sino pasión, diversión. La mía fue siempre una familia muy deportista y tengo la suerte de vivir del deporte, como mi hermano Luis León y quién sabe si el pequeño, Antonio León, que juega en el Cabezo de Torres, en Murcia. Tiene 18 años y juega de central.

¿Y lo ve llegando?

No lo sé, la verdad, yo soy muy crítico con mi familia y conmigo mismo. De momento juega, ya veremos.

¿Qué le cuenta su hermano Luis León del momento del ciclismo mundial?

Es un deporte muy golpeado, con muchas culpas por repartir entre mucha gente. Me pregunta por mi hermano: lo que más le irrita es la persecución que sufren él y todos sus colegas por lo del dopaje. Estando de vacaciones ha recibido la visita de los vampiros cinco veces nada menos; si un día se viene a verme a Madrid debe contar a la AMA (Asociación Mundial Antidopaje) dónde va y estar localizable. Eso no es normal.

La culpa es de los médicos-druida, no de la AMA.

Mire, mi hermano no se dopa ni se dopó nunca, yo puedo hablar por él.

¿Y por su paisano y amigo Valverde?

Nunca nadie demostró hasta ahora que se haya dopado. Alejandro es un tío legal, por él pongo la mano en el fuego. Mire, a mí, a los míos, no se nos ha ocurrido jamás meternos alguna cosa. Oiga, el que lo haga y le pillen, que lo pague. Pero el cerco al ciclista me parece exagerado.

Su hermano mayor, León, murió en un accidente después de dejar el ciclismo.

Sí, en un quad. Estuvo en el equipo amateur de la ONCE, lo dejó y un año más tarde sufrió el accidente. Lo peor de nuestras vidas fue aquello, claro.

Ustedes se llaman León por su abuelo.

Sí, todos, en su honor. Murió cuando mi padre era muy joven y le quiso recordar en cada uno de sus nietos, nosotros. En realidad fuimos cinco, pues mis padres tuvieron una niña que murió en el parto.

La bici fue la primera referencia deportiva de la familia, ¿verdad?

Sí, por mi padre. Se ha dicho que sufrió un atentado de ETA y no es verdad. Era guardia civil y estando de guardia un día en el País Vasco dio el alto a un coche, no paró y le atropelló. Fue sólo eso. Bueno, eso le destrozó la rodilla hasta el punto que los médicos dudaron que volviera a caminar bien. Le dieron de baja en el cuerpo y nos volvimos a Murcia, la patria chica de la familia. Allí empezó a coger la bici en plan rehabilitación y le fue muy bien, hasta el punto que recuperó la movilidad. Salía con mis hermanos mayores y yo acabé apuntándome, pero la temporada ciclista se desarrolla sólo en verano y en invierno me aburría. Probé en la natación y al final me decidí por el fútbol, esa es mi historia.

¿Y en el fútbol, Real Madrid, Barcelona?

Como espectador, el Barça de hoy en día y el Madrid de Zidane son lo mejor que he visto. He conocido a gente que jugó con el francés y todos coinciden en que era magnífico como persona y como jugador. En cuanto a colores, no soy de ninguno de ellos. Soy del Murcia, del Valladolid y naturalmente, del Getafe.

¿Qué podemos esperar de su equipo este año?

Buscamos la regularidad. Hasta el momento hemos jugado partidos buenos y malos y eso hay que corregirlo. Este es el primer reto.

A fin de mes visitarán el Bernabéu: ¿su consagración personal?

Espero que la del equipo. Iremos a ganar, claro.

¿Cómo ve al Madrid?

Es un equipo nuevo, necesita tiempo, aquel Barça de Ronaldinho, que fue el inicio de la realidad actual, también pasó por una fase complicada en el arranque.

Asombra su tranquilidad

Es que soy un tío tranquilo, tengo la referencia de mi hermano, los vaivenes del deporte profesional. Que hablen bien de mí está bien, pero no me vuelvo loco ni me volveré. No me siento crack ni proyecto de eso Quiero ayudar al equipo, jugar, disfrutar. No me vuelvo loco con tanto elogio como he recibido estos días. Total, por un buen gol

Eso dice Míchel

¡Ja, ja! Él ha vivido todo esto no sólo en primera persona sino en primerísima línea de combate. Algún día entrenará al Madrid.

Pues igual se le lleva a usted entonces.

Venga, venga ...