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Clasificación Mundial 2010 | Portugal 3 - Hungría 0

Cristiano fabricó un gol y se resintió del tobillo

Portugal irá a la repesca si gana a Malta

<b>IMPOTENCIA Y RABIA. </b>Cristiano se lamenta en el banquillo por no poder seguir ayudando a Portugal, que finalmente sacó adelante con solvencia el partido ante Hungría.
IMPOTENCIA Y RABIA. Cristiano se lamenta en el banquillo por no poder seguir ayudando a Portugal, que finalmente sacó adelante con solvencia el partido ante Hungría.reportaje gráfico: dani sánchez

Cada actuación de Cristiano con la selección es razón suficiente para que se ponga en duda su compromiso con su país. No obstante, ayer el extremo dejó bien claro que es capaz de jugarse su integridad física en pro de Portugal.

Había trabajado de forma intensiva durante toda la concentración para llegar al encuentro de ayer con el tobillo derecho en condiciones. Las pruebas que le realizaron el jueves habían dado un resultado óptimo. Sin embargo, nada más saltar al césped se hizo patente que el tobillo de Cristiano no estaba curado totalmente. Apenas habían transcurrido diez minutos y notó un pinchazo en el tobillo. Miró al banquillo, pisó con firmeza y trató de ganar tiempo intentando que se le pasara el dolor. Incluso tuvo arrestos, siete minutos más tarde, para fabricar con un zurdazo el gol de Simao. Pero su presencia en el partido estaba vista para sentencia. La cojera era cada vez más palpable y en el Estadio da Luz empezó a temerse lo peor. En el minuto 26, se dejó caer en el césped, comenzó a desatarse la bota derecha y pidió el cambio. Cedió el brazalete a Simao y cabizbajo se retiró al banquillo.

Compromiso.

Con apenas media hora de juego, Cristiano acababa de firmar una buena actuación. Y es que desde el pitido inicial encaró, generó peligro y fabricó el gol que abrió el marcador. Pero de nuevo, como ya pasara en la Eurocopa de Austria y Suiza, el tobillo derecho le volvió a mermar su rendimiento en la selección.

Sin Cristiano sobre el campo, Portugal seguía mandando, pero no encontraba la forma de abrir la defensa visitante. Con el estadio más preocupado por lo que pasaba con Cristiano que con lo que acontecía sobre el césped, Zoltan Gera a punto estuvo de empatar el encuentro al filo del descanso, con un cabezazo que se fue al larguero. En la segunda parte, Portugal se volcó en busca de la sentencia y ésta llegaría gracias al oportunismo de Liedson y la clase de Simao, que regresaba al que había sido su estadio y se convirtió en la figura del partido.