NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Carlos Mandiá

"Tras ver a la afición ante el Valencia supe que vamos a ser fuertes en El Sardinero"

Esta misma semana el técnico del Racing ha cumplido los cien días de rigor que se le concede a todo proyecto nuevo. Ahora que la Liga para, es momento para el análisis. En esta primera entrega, el gallego analiza sus inicios en el club. Mañana, en una segunda parte, habla del futuro.

Mandiá

¿Qué balance hace de este inicio de temporada?

El hecho de que nos empataran en el último minuto en Almería y la derrota ante el Valencia me hace pensar que deberíamos tener algún punto más. En cuanto al modelo de juego estamos todavía iniciando lo que queremos. Estamos en una situación normal. Hemos tenido que cambiar a muchos jugadores de la temporada pasada, otros han entrenado poco... Estamos en proceso de afianzar lo que queremos.

¿Esperaba que el arranque fuera a ser tan difícil?

Sabía que íbamos a tener dificultades por dos cosas. Primero porque los partidos se pierden en tu área y se ganan en la contraria y nuestro equipo había tenido las bajas de los cuatro jugadores de atrás. Justo los que más había utilizado el entrenador anterior: Valera, Garay, Navas y Marcano. Y en el área contraria, donde se ganan los puntos, se fueron Zigic y Pereira. Eso necesita un proceso de aclimatación. Y luego el otro factor es el calendario. Hemos recibido a equipos muy fuertes y hemos visitado campos complicados donde más de uno se va a dejar puntos. Ahora empieza la época de asentarnos. Estaremos mejor y el calendario será más suave. Las victorias y las derrotas estarán mucho más ajustadas.

¿Se ha sido demasiado exigente con el Racing en general y con usted en particular?

El Racing es el estandarte de la ciudad y, junto a Ballesteros y otra gente, representa a Cantabria. Se mira y examina todo. Y el entrenador, desgraciadamente, pasa examen por cada cosa que hace: por cómo viste, cómo anda o cómo habla. Es un proceso normal. Lo que sí se ha tenido es poca paciencia con el equipo. Hay que valorar desde dónde partimos. El equipo no estaba hecho ni tenía una estructura sólida.

Muñiz pagó la buena temporada de Marcelino. ¿Ha pagado Mandiá que la gente venía de una temporada gris y se había creado demasiada ilusión en torno a su figura?

No lo sé. Igual mi mensaje se entendió mal. Que yo pretenda que seamos un equipo valiente o que intente jugar bien no significa que vayamos a ser como el Barça. Lo que sé es que confío mucho en estos jugadores, que voy a muerte con ellos y que vamos a ser un equipo muy competitivo que tendrá muchas opciones de ganar a menudo.

Igual usted se habrá equivocado en el discurso y los medios lo hemos confundido. Las dos cosas. Empecemos de nuevo. ¿Cuál es el estilo que buscará este Racing?

Decirlo nos ha hecho daño así que únicamente diré que hay que ser muy sólidos y competitivos y que nos vamos a entregar al máximo siempre.

Eso es lo que hicieron ante el Valencia el pasado domingo y la gente se lo reconoció...

Lo de la afición el último partido me hizo pensar que tenemos una de las aficiones más grandes que se pueden tener. Perder en casa el tercer partido y aplaudir al equipo como lo hizo es muy importante. Se sintieron representados. Aún así, espero y quiero jugar mejor.

¿No cree que se suele trabajar demasiado el sistema defensivo y el ataque se deja más a la improvisación?

Usted nos ve entrenar a diario y sabe que no es así. Entendemos que hay que entrenar y mejorar todo. En los entrenamientos queremos crear ciertos automatismos pero luego entra en juego la calidad del jugador. Creo mucho en tener unas bases en las que el jugador desarrolle todo lo que tiene, sin límites y con libertad.

¿En qué se ha equivocado Mandiá estos tres meses?

Ver y analizar las cosas después es muy fácil. No le doy las vueltas a cada decisión que tomo. Intento mirar hacia adelante y crecer. No me como la cabeza. Intento quedarme con lo bueno y mantenerlo. Soy así siempre. He tomado mil decisiones que ahora sé que no fueron buenas pero, en su día, sí creí que lo eran y no pasa nada. Lo importante es no volver a cometer esos errores.

¿Le preocupa la situación actual en la que está el equipo en la clasificación?

La competición es muy igualada y las diferencias son mínimas. Influirán mil factores. Que no haya lesiones, la suerte, que el apoyo de la gente siga igual, que la prensa ayude...

¿Qué pasa en El Sardinero?

Viendo la reacción de la gente ante el Valencia ahora sé que vamos a ser fuertes en casa y vamos a ganar muchos puntos. Tenía alguna duda por lo que escuchas y por lo que dicen los números, pero ya no. No tengo la menor duda.

¿Por qué ha cambiado tanto de once: por las dudas, las lesiones o la dosificación?

En el fútbol en general, salvo los grandes cracks, no hay tanta diferencia entre unos jugadores y otros. Hay que aprovechar el mejor momento físico y moral de cada uno. Por eso hay tanto cambio. Entre alinear a Cristiano y a otro hay una diferencia. Entre los demás, no.

¿Qué pasó con Torrejón?

Nada. Lo he explicado antes. Yo no pienso 'qué no me gustó de un partido'; sino 'qué me gustó más'. No hago las alineaciones por descarte, sino porque cojo los jugadores que mejor le vienen al equipo.

¿Los diez fichajes realizados tienen su consentimiento?

Sí, pero nosotros intentamos firmar a una serie de jugadores que no pudieron venir...

¿Se arrepiente de no haber traído a un medio creativo?

El mercado ya está cerrado así que hay que mirar a los fichajes que hemos podido traer de entre los que nos gustaron. Estoy contento con todos.

Ya, pero un sector de la afición cree que haber traído a tanta que gente para que se juegue el mejor partido con Pinillos, Colsa o Munitis es indicativo de que algo falla...

Pero es que esto acaba de empezar. La temporada es muy larga y ya veremos quién es importante en el futuro, quién lo ha sido para esta temporada, etc. Hay que ver con lo que se cuenta para fichar. Las valoraciones son al final y no al principio. Hay muchos que debutan y tienen que aclimatarse.

Henrique fue a la grada. ¿Qué tiene que cambiar para rendir mejor en el Racing?

Es bueno a nivel individual y lo que tiene que mejorar es en el sentido colectivo y, también, ser más contundente. Es un jugador muy interesante que nos va a ayudar mucho.

¿Está capacitado para jugar en el Barcelona?

Eso que lo responda Guardiola. ¡Bastante tengo yo!

Hablemos de más nombres propios. En el debut utilizó a Colsa en una posición inusual para él. ¿Ha cambiado sus planes para Gonzalo tras lo mal que lo hizo ahí contra el Geta y lo bien que rindió contra el Valencia más adelantado?

Sigo pensando que Colsa puede alternarse con Lacen en sus funciones. Mehdi tiene buen disparo y ya lleva dos goles cuando había logrado sólo uno en los cuatro años anteriores. Ahí creo que no nos hemos equivocado. Pero es cierto que Colsa se suelta bien, como también lo puede hacer Diop. Es cuestión de ir viéndolo.

Se ha hablado mucho también del cambio estructural que ha ordenado. ¿Por qué?

La primera reunión que tuvimos fue para solucionar el apartado médico. Les preguntamos al doctor Ceballos y a Mantecón qué hacer para ser un equipo de máximo nivel. Estamos funcionando bien. Es una forma de trabajar en la que creemos. Considero que hay que tener todo controlado y recopilar información. Para eso se necesita mucha gente.

¿Y cómo se convence de eso a un presidente que maneja un club sin dinero?

Pues haciéndole ver que si tienes un futbolista por el que pagas equis millones debes tenerlo a tu disposición el mayor tiempo posible. Creo en un tipo de trabajo y él también.

Hablando de Pernía. ¿Qué tal es su trato con él?

He tenido la suerte de que siempre me he llevado muy bien con los presidentes. Pernía es una persona tranquila, con mucho poso y experiencia. Eso es fundamental. Tiene su espacio para meditar las cosas después de recibir la información por muchos lados.

¿Sabe tan poco de fútbol como él mismo dice?

No, sabe bastante.

¿Se siente respaldado?

No necesito a diario que me digan que esté tranquilo. Necesito naturalidad. Puedo hablar con el jefe de todo y, si en un momento no le gusta lo que hago, pues se habla y ya está.