Llorente: "La jugada no fue fortuita, va a lo loco"

Sin secuelas, sereno y sin hematomas visibles en la cara izquierda de su rostro ni en su oreja izquierda, apareció Fernando Llorente que, sin embargo, todavía tiene el miedo en el cuerpo por lo que pudo suponer el cabezazo que le propinó Nivaldo en Zorrilla. El ariete internacional calificó la jugada de "muy dura" y comentó que "no pienso que sea fortuita. Él va a lo loco, llega tarde y sin ninguna opción de alcanzar el balón. No es la primera vez que sucede algo así con este jugador. Debería tener mucho más cuidado porque en este caso se ha quedado en un susto, pero podría haber quedado en algo mucho más grave. Debe reflexionar".

Llorente, que en todo momento guardó la compostura, tenía claro su mensaje: "La cabeza es una zona muy delicada y si me da unos centímetros a un lado o a otro, igual ahora mismo no lo estaría contándolo". No quiso pronunciarse sobre si el Comité de Competición debería intervenir de oficio: "No soy quién para decidir eso Las imágenes están ahí", espetó. Nivaldo ni está ni se le espera: "No sé ninguna noticia suya, pero tampoco me importa ahora". Aunque esta mañana tiene previsto dar una rueda de prensa en Valladolid.

Del club pucelano, sin embargo, no hay queja, más bien todo lo contrario: "Se han portado genial conmigo, tanto el club como sus médicos, que estuvieron conmigo en todo momento. Tengo que estar muy agradecido". El jefe de los servicios médicos del Athletic, Josean Lekue, extendió el guante al elegante comportamiento de sus colegas blanquivioletas.

Gravedad. A Llorente, que recordó los casos similares, por lo aparatosos, de Gurpegi y Garmendia, este lance le puede servir de lección: "Voy a seguir como hasta ahora, saltando limpio. Tendré que tener, quizás, un poco más de cuidado y protegerme un poco más".El delantero internacional, que sólo recuerda con nitidez "que nos abrazamos todos después del gol de Susaeta" , rememoró de los siguientes minutos sólo "tengo un borrón. Cuando llego al hospital estoy algo más consciente, preocupado por si tengo algo. El susto era muy gordo, me fueron contando el partido, pero estaba todavía groggy".

Llorente explicó su actual estado físico: "Estoy bastante mejor. Si es cierto que, si estoy tumbado, cuando me levanto me mareo un poquito y tengo dolor de cabeza y cervical, lo típico en un golpe como este". Lekue completó la descripción añadiendo que un traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia como el que le ocurrió al riojano era "algo grave". En poco tiempo el ariete "reaccionó con normalidad, se quitó el tubo e intentó incorporarse", aunque el doctor lo vivió "con tensión". Le ha recetado que, durante tres o cuatro días, "permanezca en reposo deportivo" y que se le someterá a un seguimiento pormenorizado.