Batacazo del Girona FC, que en un partido muy malo tiró la Copa del Rey en beneficio de un Celta de Vigo que dominó a placer y se impuso con un marcador más que caro de 1-3.

Los gerundenses, con muchas novedades en el once inicial, no dieron ninguna sensaciones de peligro en todo el partido y por el contrario siguieron dando muestras de debilidad defensiva, como ya había sido habitual en los primeros partidos de liga.

Eso lo aprovecho el Celta para solventar el encuentro en sólo cuatro minutos. En el 39 de la primera parte, la pasividad de la defensa del Girona permitió el 0-1 obra de Iago Aspas, mientras en el minuto 42 otro error de la zaga lo aprovecho Michu para hacer el 0-2 de disparo cruzado.

A pesar de los tres cambios realizados en el inicio de la segunda parte, el Girona no mejoró y en el minuto 9 de la reanudación, una contra magistral del Celta sirvió para que Saulo marcará el 0-3. La grada de Montilivi explotó con el juego y resultado de su equipo, pidiendo la dimisión del presidente Josep Gusó y del Director Deportivo Javi Salamero.

Antes del final, Tortolero remató de cabeza un centro de Matamala en la prácticamente única oportunidad de los gerundenses, que acabaron certificando el 1-3 final a sólo tres días de jugarse un partido clave en la liga ante el colista Castellón.