Liga BBVA | Barcelona
El Raqui San Isidro espera los 300.000 por Pedro
Antes era Pedrito, luego Pedro, para la UEFA se convirtió en Rodríguez y ahora es, en un guiño periodístico, PR17. Veloz, hábil, ambidiestro y goleador, la proyección del delantero arreglará la economía de su club de origen.
Tenerife sigue con fruición la progresión imparable de Pedro Rodríguez, antes Pedrito, la última gran exportación del fútbol canario. "Se tomaba cada día como un reto", cuenta Toni Ayala, el técnico con el que debutó en Tercera, con 16 años. "Siempre fue un portento", dice Iván Rodríguez, que lo recogía a diario en su casa de Abades y lo llevaba a entrenarse. Entonces, Pedrito quería ser como Rivaldo.
En La Palmera, donde juega el Raqui San Isidro, los directivos están de enhorabuena. "Todavía no hemos cobrado", precisa su presidente, Francisco Mendoza. El abono de 300.000 euros se ha demorado meses: es lo que les debe el Barça por la formación de PR17, cantidad que aún no han reclamado. "La emplearemos para sanear el club y para tapar agujeros", confiesa Mendoza, y lamenta los excesos del Raqui en los años previos a la crisis. "No se supieron medir los gastos", cuenta, y ahora se trata de recuperar a toda velocidad al equipo de su último fracaso: el descenso administrativo, hasta Preferente. Una losa.
Mendoza, antes delegado que presidente, y en sus tiempos a ras de césped, vio madurar a la nueva estrella del Barça: "Era un chico muy humilde, compañero magnífico y muy disciplinado. Nunca se escondía, era descarado y siempre la pedía; no se cortaba un pelo". Sonríe mientras lo cuenta Toni Ayala. "Funcionaba con las dos piernas", añade. Es el concepto donde más le insistía Iván Rodríguez, y así lo reconoce el propio Pedro. "Goles como el que hizo al Dinamo le vimos hacer miles", revela el presidente del Raqui. Goles que Pedro ahora marca con el Barça (uno cada 85 minutos) y en todas las competiciones. Es el único azulgrana que puede presumir de ello esta temporada: en las dos Supercopas (al Athletic y al Shakhtar), Liga (Almería) y Champions (Dinamo Kiev).
El Barça se fijó en él tras una edición del trofeo juvenil Villa de Adeje. Le propusieron fichar y probarlo en una gira europea. Convenció. Antes, la selección canaria le rechazó por bajito. No resultaron plácidos los inicios en Barcelona, pero para que se asentara bastaron su talento, su impecable actitud y la confianza de Guardiola.