"La Liga y la gente necesitan que el Sevilla sea alternativa"

l otro día vi una foto de su padre en el gran Boca del 81. El equipo campeón en el que jugaban Maradona, Brindisi, Gatti...

Sí, ahí estuvo él: en uno de los mejores equipos de la historia de aquél club, la única temporada que tuvo en sus filas a Maradona. Mi padre fue más delantero que yo. Pero hablamos del 81 y yo no nací hasta el 88...

Amigos de la Argentina me sugieren que le pregunten por su vida fuera del fútbol, por sus inquietudes académicas, por su familia...

Tengo dos hermanas, la mayor está acabando Publicidad, la pequeña acaba de empezar en el colegio. En casa siempre nos pusieron los estudios por delante de cualquier otra cosa. En mi caso, primero los libros y luego el fútbol. Ya sabe aquello de "apruebas o no juegas", tan clásico...

Y fue aprobando.

Sí, antes de venir a Sevilla empecé Psicología. Lo dejé, pero ahora estoy tramitando matricularme en Criminología en la Universidad de Sevilla. Es una especialidad que siempre me atrajo bastante. He leído mucho sobre ella, me influyen las series de televisión que tratan de eso. ¡Tengo tanto tiempo libre después de entrenarme...!

El nuevo futbolista.

Hay que llenar esas horas, es una realidad que la carrera deportiva es corta y nadie sabe qué puede pasar. Me apetece estudiar una carrera, titularme. Y no fui mal estudiante, no me cuesta abrir un libro. Sí, voy a compaginar el Sevilla con la facultad.

¿Tuvo ídolos?

No fui amigo de pedir autógrafos o fotografías, pero sí me atrajo Riquelme. Un ídolo, una referencia que me volviera loco, no tuve.

¿Qué le pasa a la selección argentina, Diego?

¡No lo sabe nadie! El equipo tiene muy buenos jugadores en todas las líneas, gente que juega en equipos de máximo nivel en Europa, pero no acaba de funcionar como debería. No obstante pienso que le vamos a ganar a Perú y también a Uruguay, y Argentina estará en el Mundial.

A Messi le dan muy duro allá.

Para mí es injusto cómo le critican porque es el mejor hoy. Hay quien sostiene que debería entrar sólo en el segundo tiempo, es ilógico. El día del 1-3 con Brasil fue el mejor, si acaso le falló el último pase, y en Paraguay nadie jugó bien.

Hay una cierta diferencia en la compañía que tiene Leo en el Barça y en la selección.

Seguro. En su club saben cómo ayudarle, hacérselo más fácil: esos pases de Xavi por ejemplo. Messi y Argentina: tampoco nadie tiene la respuesta...

Pues yo veo jugar a Pareja, a Fazio, a usted, al mismo Higuaín... Me parece que les ha llegado la hora de un relevo y Maradona no se anima a ponerlos.

Yo tengo 20 partidos en Primera, no se si estoy para exigir que se me convoque, aunque es mi sueño. Pero sobre Fazio no tengo dudas: va a ser uno de los mejores centrales del mundo. A Higuaín ya lo convocó...

Vamos al partido de hoy en el Pizjuán.

A la Liga y a la gente les conviene que el Sevilla sea alternativa, otra cosa será aburrida, un mano a mano Madrid-Barça. Ojalá ganemos esta noche... y sé que podemos.

¿Qué le sugiere este Madrid?

Un equipo increíble, que vendrá a atacarnos porque es eso, el Madrid. Y como nosotros estamos como estamos, cuatro en Bilbao, cuatro en Glasgow, el partido debe ser magnífico. El Sevilla está bien atrás y arriba, raro es el partido que no metemos dos goles.

¿Con qué jugador madridista se queda?

Con Kaká, que es especial y el que más me gusta.

A mí me gusta Negredo.

¡Ja, ja! Y a mí también. De su capacidad sabíamos tras su paso por el Almería, pero es que además es una gran persona, humilde, que vino a colaborar con todos y lo hace. No es difícil sentirse bien en el Sevilla. Por los compañeros, por el club, que se desvive por tí...

¿Se lleva bien con Capel?

¡Si vivimos muy cerca el uno del otro! Jugamos en una demarcación similar, pero nunca habrá un problema por eso entre los dos. La competencia es buena para todos; es como cuando sale Kanouté y entra Negredo, el equipo es el beneficiado. La ventaja del Sevilla es que puede formar dos y casi tres equipos diferentes e igualmente competitivos.

¿Y el Betis, que suba o no a Primera?

Mi primera convocatoria con el primer equipo fue en el derbi que nos ganaron por 1-2 el año pasado; no jugué y me quedé con las ganas de vivir en el campo el ambientazo que empezó en el hotel... Hay una Liga y el Sevilla-Betis, por tanto sí, que suba. Es un partido demasiado atractivo como para despreciarlo, este derbi no debe faltarnos.

Su primera convocatoria con el Sevilla. ¿El día de su gran revancha personal?

Mejor un día feliz. A veces pienso que todo va demasiado rápido. Hace dos años y medio jugaba en el Morón después de la decepción en Boca. Salí frustrado de allí, con 15 años hay maneras y maneras de decirle a un niño si vale o no para el fútbol y conmigo no eligieron la mejor. Nunca me expliqué por qué no jugaba apenas los partidos de los jueves o disputaba cinco o seis seguidos de prueba... para que vieran a otros chicos.

Lo raro es que mandaba Jorge Griffa, considerado una autoridad en el fútbol base de Argentina.

Pues mi tiempo allí fue terrible. Salí libre con 15 años, probé en Velez y San Lorenzo, pero tampoco me quedé y acabé en Morón. Yo me tenía fe y la necesidad de averiguar si no avanzaba por un error mío o por el ambiente que me había rodeado. Es cierto que por entonces crecí ocho o diez centímetros, siempre fui livianito, pero menos desde entonces. Total, que llegué al equipo de sexta división y al año estaba en el primero. Y me llamó la selección Sub 20 para unos partidos con vistas al Mundial de Canadá. Allí me vio Víctor Orta, del Sevilla, y gente del Atalanta italiano. Preferí Sevilla por el idioma y porque el filial acababa de ascender a Segunda División.

No se equivocó.

Mire: en esto del fútbol hay que tener ciertas cualidades, pero también suerte; ser bueno y estar en el momento justo en el lugar adecuado. Y para mí fue Sevilla; lo es, vaya... Llegué, estuve tres meses con mi madre, ella se volvió y me refugié en Armenteros (hoy en el Xerez), aprendí a vivir solo... Todo eso está superado y ya puedo dedicarme a progresar y acercarme al gran sueño: dar una vuelta de honor con un Sevilla campeón. Y podemos, ¿eh?

Seguro que pueden.