Didier Zokora (Abidjan, Costa de Marfil, 1980) es un tipo simpático. Su imagen está lejana del extranjero oculto tras el móvil. Es abierto, agradable y despliega un enorme interés por acomodarse a la vida sevillana. Ha hecho muy buenas migas con todos sus compañeros, que quedaron sorprendidos ya en pretemporada por su carácter cercano. En Costa Ballena no dudó en ponerse a bailar flamenco al son de Niña Pastori cuando un canterano disparó la música en uno de los ratos de ocio. En su tierra es un ídolo: es el futbolista con más internacionalidades de Costa de Marfil. Allí comenzaron a llamarle El Maestro cuando lo veían jugando con los niños en la calle enseñándoles todo lo que aprendió en su paso por Europa. Está loco por aprender español y para ello se encierra en el gimnasio dos días a la semana con un profesor particular. Nada de lo que hace pasa inadvertido. Su última excentricidad ha sido personalizar su espectacular Lamborghini. La matrícula llevas sus iniciales. Un tipo peculiar.
Sevilla | Didier Zokora