Delibasic liquida al Elche

Si existe un libro de estilo que explique cómo los equipos deben encarar un derbi, alguien se olvidó ayer de comprarlo. Ese alguien fue el Elche. Al equipo de Claudio le duró un minuto la gasolina, justo el tiempo que tardó Santos en mandar una vaselina al larguero. A partir de ahí hizo todo lo que había que hacer para perder un clásico: blandura en el cuerpo a cuerpo, pésima ejecución técnica de los pases, nula presencia de las bandas, un centro del campo superado, casi abochornado...

Dicho así parece que el Hércules apenas tuvo que salir al campo para ganar, después de once años, a su eterno rival. Nada más lejos de la realidad. Este equipo cada vez se parece más a lo que quiere Esteban. Bueno, Esteban y cualquier entrenador de la faz de la Tierra. Cuando juega mal, gana. Cuando juega bien, golea y se divierte. Ayer simplemente pasó por encima de un Elche desangelado. Sin norte, sin guía. El Hércules duerme líder de la categoría sólo unos meses después de rozar la gloria. Si continúa igual, en unos meses podría abrazarla con las dos manos.

El Hércules se movió siguiendo la batuta de un enorme Farinós. Empequeñeció, casi hasta ridiculizar, a Usero y Generelo. Primero con Tiago de lugarteniente; después con Jorge Alonso, espectacular en el corte. Además, Rufete y Sendoa sí que desbordaron como exige el guión y a Tote sólo le bastó mostrar una pequeña dosis de su amplio repertario. Así llegó el 1-0 tras la primera aparición letal de Delibasic. Tras una larga temporada de sequía, el montenegrino tenía en su zurrón guardadas todas las municiones para el derbi. Fue su día. Justo antes de irse con su selección: partidazo, hat trick, ovación atronadora y expulsión, por subirse a una valla a celebrar el tercero de la tarde. Cosas de Deli. Dio igual. El Rico Pérez le despidió en pie y la sanción la cumplirá ante Las Palmas, mientras esté en Montenegro.

Mientras Farinós organizaba su recital, los franjiverdes soplaban por si sonaba la flauta. Después de todo, tras una primera hora nefasta, todo podría ir a mejor. Sólo caía por la mínima y un golpe de suerte le podía meter en el partido. Usero lo intentó, dos veces, desde muy lejos. Pero todo fue muy fácil para Calatayud.

Entretanto, el Hércules se enredaba con los cambios. Tiago lo pidió pero justo cuando Jorge Alonso entraba lo anuló. Demasiado tarde para el árbitro. El salmantino respondió un minuto después con un robo que acabó en jugada de tiralíneas y gol de Delibasic, justo antes del descanso. Ahí murió el Elche. Tras la reanudación, el Hércules rozó la goleada. Rufete y Danciu tuvieron el tercero pero Fuster y Willy lo evitaron. En esas volvió a aparecer Deli, matador montenegrino, para cerrar una jugada de estrategia.