LIGA BBVA | SPORTING 4 - MALLORCA 1
El Sporting desarbola al Mallorca en una excepcional segunda parte
El Sporting de Gijón se complicó el partido con un penalti inocente cometido por Gregory en la primera parte pero fue un auténtico vendaval en la segunda en la que dejó en evidencia a la zaga mallorquinista para imponerse por un contundente 4-1, marcador que la afición local no recuerda en Primera División.
El Sporting dominó con claridad los primeros diez minutos e incluso pudo adelantarse en el marcador en un gran pase en profundidad de Diego Castro sobre Barral que sorprendió a la defensa balear y que el delantero tocó un tanto forzado saliendo el balón a pocos centímetros de un superado Aouate.
Sin embargo, en una jugada sin peligro en la que Gregory tenía toda la ventaja, el central rojiblanco se entretuvo y cuando Aduriz le llevó la pelota en un lateral del área, le empujo de forma instintiva, provocando un claro como inocente penalti que Martí transformó por alto.
Por segundo partido consecutivo el Sporting se encuentra con un gol en contra por un penalti absurdo que en Pamplona le costó los tres puntos y hoy en El Molinón le ponía el partido muy cuesta arriba. Tras varios disparos muy inocentes de los gijoneses, una falta de Nunes a De las Cuevas propició una doble ocasión para el Sporting primero en una volea de Barral muy mal dirigida que cayó a pies de Diego Castro quien también lo intentó de primeras pero el balón se marchó por poco ante la llegada desesperada de Míchel a la carrera para empujarla dentro.
Dos minutos después Diego Castro quebró a dos defensores y cuando estaba en inmejorable situación para chutar quiso hacer otro recorte y la defensa tocó el cuero lo suficiente para frustrar una nueva oportunidad local.
Una vez más y ya van muchos partidos durante muchas temporadas Barral decidió hacer la guerra por su cuenta y cada balón que llegaba a sus pies nunca volvía a un compañero ya que el delantero se perdía en inútiles regates contra toda la defensa ante las protestas de sus compañeros y del público en la grada.
El Mallorca no volvió a crear peligro en toda la primera mitad e incluso pasó por apuros defensivos tanto en jugadas a balón parado como en alguna de las llegadas rojiblancas mientras que Juan Pablo sólo tuvo trabajo en algunos rechaces en largo a pase de sus compañeros. De esta manera, con el Sporting intentándolo por las bandas pero haciendo siempre un regate de más transcurrieron los minutos hasta el descanso con la sensación de que el equipo local había sido muy superior pero el marcador reflejaba todo lo contrario.
La vuelta del vestuario fue con los mismos protagonistas y reparto de dominio territorial que hasta ese momento había sido claramente local y si en la primera mitad un fallo de Gregory supuso que el Mallorca se adelantara en el marcador en esta segunda el fallo fue de Juan Pablo en una entrega pero Aduriz disparó flojo. El partido se convirtió en toma y daca y en esta tesitura una genialidad de Luis Morán supuso el empate en un balón que llegó a su poder se internó y casi sin ángulo disparó al palo del portero y Auate vio como le superaba ante el delirio de la afición.
Delirio que tuvo su prolongación seis minutos después cuando Diego Castro entró por la banda izquierda deshaciéndose de contrarios y puso el balón a De las Cuevas, que sólo tuvo que empujarlo para dar la vuelta al marcador.
Este segundo gol fue un mazazo para el Mallorca que perdió el sitio totalmente y un minuto después Bilic se hizo con un balón en el centro de campo y vio desmarcado a Luis Morán que entraba sólo, pero su disparo salió ligeramente desviado. No cejó en su empeño el Sporting que estaba jugando los mejores minutos ofensivos de esta temporada encontrando huecos en la defensa balear en la que De las Cuevas hizo estragos y marcó el tercer gol en una vaselina desde el borde del área ante la injustificada protesta de los mallorquinistas que pedían fuera de juego cuando Juanmi lo rompía claramente.
De las Cuevas se marcha ovacionado
Con el 3-1 en el marcador, Preciado decidió dar los primeros minutos de la temporada a Carmelo que se había lesionado de gravedad en el primer entrenamiento de la pretemporada y el cambio que fue por el bigoleador, que fue acogido por la afición con una gran ovación para ambos.
El Sporting totalmente desmelenado puso en evidencia la defensa mallorquinista y de nuevo Luis Morán por su banda entró hasta la línea de fondo y sirvió el balón medido a Bilic que, incomprensiblemente, remató a bocajarro completamente sólo dentro del área pequeña.
El equipo gijonés jugó una segunda parte excepcional en la que brillaron especialmente los dos extremos así como Míchel en el centro del campo en un partido en el que los aficionados disfrutaron como hacía tiempo que no lo hacían en Primera División.