Llegó sin hacer ruido, casi de puntillas, eclipsado en cierta medida por el bombo de fichajes más resonantes como el del inglés Pennant, pero Abel Aguilar (Bogotá, 1985) se ha erigido en este arranque liguero en uno de los grandes nombres del Real Zaragoza. El colombiano fue ayer el invitado del programa Ser Deportivos de Radio Zaragoza y se animó a hablar de todo: de su carrera, de Marcelino, del Zaragoza, de su selección... Y, por supuesto, de esa posición de mediocentro adelantado que también le sienta y tanto le beneficia al equipo.
"Un volante central tiene que hacer trabajo de ida y vuelta, defender y atacar, pero al jugar ahora más adelantado tengo más llegada y libertad. En los otros dos puestos del mediocentro hay que mantener más la posición. Esa es la gran diferencia", explica Abel Aguilar, al que, inevitablemente, ya se empieza a comparar en La Romareda con Gustavo Poyet. Lo cierto es que ambos tienen en común el toque, la altura y el gol, aunque el colombiano tiene más fondo físico, mayor despliegue, y el uruguayo tenía más fútbol y también más remate. Pero la comparación con Poyet es una gran señal para Abel Aguilar.
El colombiano lleva una semana y dos partidos coleccionando elogios, pero se esfuerza por eludir su protagonismo y siempre acaba refiriéndose a lo colectivo: "La fuerza de un equipo está siempre en el grupo. Ahora estamos con más confianza, trabajando duro para interpretar mejor las ideas del técnico. Hay que corregir y corregir, para ir mejorando cada día en distintos aspectos. Por ejemplo, se ha visto que jugando con tres en el medio ocupamos muy bien los espacios y la cosa funciona muy bien".
Abel Aguilar suma ya tres goles y tiene como reto superar los nueve del curso pasado con el Hércules, donde completo su mejor temporada realizadora: "Hay que mejorar, siempre mejorar. En el Hércules hice nueve goles, varios de estrategia, jugando como pivote, y ahora tengo que aprovechar al máximo esta demarcación adelantada que me ha otorgado Marcelino".
De Marcelino valora "su exigencia" y que "saca el mayor rendimiento a los jugadores". Y no echa para nada en falta al fútbol italiano, donde no le fue también: "Llegue muy joven al Udinese, con 20 años. Y me encontré una cultura diferente, otro idioma. No fue fácil. Mi idea era ir ascendiendo y ya estoy en Primera División, en un equipo importante como el Zaragoza. Me gusta mucho el fútbol español. También se corre y el ritmo es muy alto, pero es un fútbol de calidad. En Italia es diferente: ahí priman la fuerza y la defensa".
Abel Aguilar repasó también su temporada pasada en el Hércules -"Lo dimos todo, pero el Zaragoza no era un cualquiera y al final las cosas no se dieron para ascender"-, y el interés del Racing por ficharle: "Me quería, pero cuando apareció el Zaragoza, no me lo pensé. Creo que he dado un paso importante. Voy poco a poco y vivo el presente, Y éste es muy bueno. Estoy muy contento de estar en el Zaragoza".
Colombia y el Mundial.
Abel Aguilar, que el domingo viajará a su país desde Madrid para concentrarse con Colombia ante los próximos partidos frente a Chile y Paraguay, habló también de su selección nacional y de su sueño -ciertamente complicadísimo- de disputar el Mundial de Suráfrica 2010. "Vestir la camiseta de mi país es un orgullo. Ya llevo años haciéndolo y cada día me esfuerzo por estar ahí. Hay que matarse por la camiseta porque estamos representando a toda Colombia. El Mundial está difícil, pero hay que ganar estos dos partidos y esperar otro buen resultado", precisó el futbolista de moda.
