Emery busca el bálsamo europeo para el Valencia

Partido de Champions en Mestalla. O casi. Tal y como está esta Europa League, un Valencia-Génova es caviar que echarse a la boca, un encuentro de nivel suficiente con rivales de entidad para merecer una competición mayor. Lo dijo ayer el Guaje y tiene razón porque Unirea, Debrecen, Lieja, Maccabi o Zurich entre otros están por debajo de los que comparecen esta noche. Sería una buena noticia pues que el fútbol de primer nivel continental regrese a Mestalla sino fuera porque el horno ché no está para bollos. Los dos últimos encuentros como local, con empate en ambos en la recta final, han enturbiado el ambiente tanto que hoy tendrán que rodar muy bien las cosas para que la fiesta no termine en estropicio.

Por eso la visita del Génova es un caramelo envenenado, porque una victoria ante un rival de peso con importantes y reconocibles futbolistas en su nómina endulzaría la situación y actuaría de conveniente bálsamo hasta el siguiente partido. Todo lo que no sea ganar... mejor no pensarlo pero los genoveses pueden incendiar Mestalla y complicarle la existencia a Emery, además de la clasificación para la siguiente fase. Sabedor de que con el experimento de Lille ya fue suficiente, el técnico valencianista no volverá a arriesgar con una rotación masiva y lo dejará en cambios moderados, uno por línea, quizás dos en la zaga donde, como tampoco estaban funcionando las cosas, tocar las teclas no entraña tantos riesgos. La portería mutará su dueño, vuelve César que incluso puede ganarse la titularidad en Liga.

En las filas italianas cuentan con un arquero de primer nivel, el internacional Amelia, una zaga con bajas importantes para alegría de Villa y su Tridente que hoy podría incluir a Zigic, centrocampistas interesantes, como Zapater y Kharja (falta Rossi) y un ataque con nombres (Crespo, Rodrigo Palacio, Lucho Figueroa...) y dos futbolistas menos conocidos en España pero que llevan más peligro que los anteriores: Floccari y Sculli, cuya versatilidad les hace aparecer en punta o en cualquiera de las dos bandas.

Por eso y porque en Italia hablan maravillas del técnico genovés, Gasperini, el Valencia tendrá que emplearse a fondo para evitar un nuevo tropiezo que le ponga cuesta arriba esta Europa League y que prolongue la racha negativa de cuatro partidos sin ganar. Podría ser una noche de Champions, pero lo que es seguro es que será una noche que marcará el futuro del Valencia, de su entrenador y el devenir de esta temporada.