Liga de Campeones | Oporto 2 - Atlético de Madrid 0
Dos rebotes hunden al Atleti
Falcao y Rolando marcaron con suerte y al final. Los de Abel dominaron sin gol. Penalti no pitado a Kun con 0-0. Roberto se lesionó y debutó De Gea.
No hay manera de que este Atleti levante cabeza. En Oporto, durante 75 minutos dio la sensación de que sí, de que el equipo arrancaba y, en el peor de los casos, se iba a llevar un punto vital para no necesitar dos heroicidades ante el Chelsea para pasar a octavos. Durante todo ese rato se vio un bloque serio, quizás demasiado, con una defensa irreconociblemente efectiva y el balón en su poder, aunque tomando los riesgos justos, entre otras cosas porque Simao y Forlán están para los leones. Pero nadie entra en barrena tan rápido como el Atleti: dos rebotes desafortunados, cierto despiste, 2-0 y la crisis avanza a toda máquina.
Abel volvió a sorprender de inicio. Supongo que cuando todos tus defensas tienden al desastre, te da un poco igual jugar al Enredo con ellos. Ayer le tocó a Perea disfrazarse de lateral izquierdo, dejando el derecho a Ujfalusi. Cuatro centrales como titulares, sí, la plantilla es un prodigio de compensación. La idea era que el colombiano, rápido y potente, frenara al todopoderoso Hulk, un portento de la naturaleza. Perea ganó algún round, pero el combate fue claramente para el brasileño, que no es un referente para sus compañeros: es un mesías. Él corre y todos le siguen.
Pero, pese a los sustos esporádicos que provocaban las arrancadas de Hulk, el Atleti dominaba y la ocasión más clara de la primera parte la tuvo Agüero, pero su potente disparo tras un regalito de la defensa lo desvió a córner Helton, un portero que es un doble o nada humano. Como era de esperar con este Atleti, ayer tocó doble.
Porque lo de las pulgas del perro flaco y los enanos crecientes del circo son una tontería al lado de este equipo. Con Asenjo visitando las pirámides en Egipto, con su turbante y todo, en unas vergonzosas vacaciones forzadas, ayer a los 25 minutos se lesionó Roberto. Sufre una rotura fibrilar y tampoco estará en el juicio sumarísimo de Abel ante el Zaragoza. De Gea, tras un verano en el que estuvo más fuera que dentro del club, debutó con buena nota y dio bastantes garantías de cara al sábado, pero que un equipo profesional de Champions se encuentre en esta precaria situación por el capricho de la FEF y la FIFA es de juzgado de guardia.
El desenlace.
¿Era posible más mala suerte? Por supuesto. Nada más volver del vestuario, se repitió la historia de la pasada temporada en este campo: penalti escamoteado. Pereira derribó a Kun y el árbitro italiano se nacionalizó sueco. Pero el partido era rojiblanco: Ujfalusi culminó una gran jugada colectiva con un disparo raso que sacó el Helton bueno y Juanito cabeceó alto por poco el córner consiguiente. Y justo entonces... desastre.
De Gea se presentó en sociedad con dos buenas paradas ante Guerín y Belluschi, pero a la tercera su despeje le volvió a Hulk, que intentó rematar de primeras y pifió, pero el falló se convirtió en control involuntario y pase al tuntún. Ahí apareció la genialidad de Falcao, que marcó de tacón recordando a Madjer en la final del 87. Era el minuto 75 y siete después otro rebote remató al Atleti. Bruno Alves cabeceó un córner al poste y el balón le cayó a Rolando para rematar a placer. Punto final y el futuro de este Atleti, que pelea contra sí mismo y contra los elementos, es cada vez más sombrío.