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Fútbol | Los lunes del Asador Donostiarra

"El sueño del ascenso no se lo puede quitar nadie a Cartagena"

Técnico, capitán y crack pasan revista al espectacular arranque del Cartagena en Segunda, un recién ascendido que lidera la tabla tras cinco jornadas. Juan Ignacio Martínez, Mariano y Víctor radiografían la ilusión del equipo y de toda la ciudad.

Damián González
"El sueño del ascenso no se lo puede quitar nadie a Cartagena"
pepe andrés

Cartagena llegó para quedarse, no cabe la menor duda. Tras más de dos décadas de penurias por una Segunda B que se hace insufriblemente eterna, con fases de ascenso que se escapan entre las yemas de los dedos a última hora, la ciudad vibra de nuevo con su moderno equipo de fútbol (el FC Cartagena fue fundado en 1995). Líder de Segunda tras las primeras cinco jornadas del campeonato, el técnico Juan Ignacio Martínez (14-6-62), su gran capitán Mariano (28-1-78) y uno de esos viejos rockeros que nunca van a morir, Víctor (17-4-74) explican en las tertulias del Asador Donostiarra cómo se ha desatado la 'cartagenamanía' en la ciudad. Y de la mano, por cierto, de Paco Gómez, un presidente atípico, peculiar, que lo ha puesto todo patas arriba y que dice estar convencido de que el Cartagena llegará a los 50 puntos sólo en la primera vuelta... El entrenador sonríe y, como no puede ser de otra manera, no quiere contener la ilusión aunque trata de poner los pies en el suelo:

"El presidente es un crack, contagia entusiasmo y seguridad a todo el que trabaja con él, y tiene además unas bodegas extraordinarias, dicho sea de paso, donde se celebró el ascenso. Creo que acaba de venir de China y seguro que ha convencido a la gente de allí para importar su vino, ja, ja... A ver, hay que ir paso a paso, la verdad es que se ha construido un equipo muy competitivo y equilibrado, con gente que ya estaba muy implicada por sentimientos personales, como Mariano, un capitán ejemplar que siente el equipo como nadie, y con nuevos que han llegado y que se están integrando con una profesionalidad ejemplar. Yo ya estuve cuatro años atrás en este club y le tengo un cariño enorme; tras dirigir en los últimos años al Salamanca y al Albacete, ahora para mí es un regalo entrenar al Cartagena en Segunda e imagínese si viene algo más grande. Me ha tocado la lotería. Se ha conseguido que la gente en la ciudad viva pendiente del partido del domingo. Yo sólo puedo presumir de humildad, trabajo y, eso sí, de haber entrenado en todas las categorías del fútbol español, pero en todas, incluido el equipo femenino de Torrevieja. En el Mar Menor logramos 113 goles un año en Tercera. En el aspecto de mi motivación personal, es fácil deducir qué es lo que yo también puedo soñar como profesional".

Turno para David Buitrago, el jovencísimo director deportivo (29 años):

"El año pasado iban 2.000 personas al estadio y ahora 10.000. Y hemos pasado de 2.200 abonados a superar los 8.000, que pagan una media de 150 euros. El presupuesto es de cinco millones y la previsión es intentar equilibrar ingresos y gastos en el balance final. Por televisión ingresamos 1,5, están los abonos, las taquillas, lo que aporta la Comunidad... Y si al final falta algo, el presidente lo pondrá de su bolsillo, como ha hecho hasta ahora. La plantilla apenas ha costado 3,5 millones de euros pese a que han llegado futbolistas de un gran nivel, como el propio Víctor, Cygan, De Lucas, Longás, Sielva, Toché... Trabajamos con la idea de fichar a jugadores interesantes pero libres, así han llegado este año 15 y se mantienen siete de la temporada anterior".

El ADN de Víctor. Llegado este punto, Víctor entra en el área y dispara:

"Hay equipos fuertes en Segunda y muy buen nivel, creo que el Betis por presupuesto y plantilla es candidato firme, y nosotros somos un equipo recién ascendido, pero a ver, el sueño del ascenso no se lo puede quitar nadie ahora a Cartagena, a toda la ciudad".

A Víctor no le importa confesar lo que dice su DNI, que son 35 años, pero, francamente, está hecho un chaval y no hay más que verlo en el campo y de paisano, qué tío. Debe ser el ADN familiar, eso y la enorme profesionalidad que deja ver en su comportamiento con el equipo, con el grupo, en el vestuario. No ve otro secreto:

"Es que son ya 16 años de profesional y unos 150 goles entre Primera y Segunda. He sido una vez internacional, un amistoso en Croacia al que me llevó Camacho, y como me dieron dos camisetas una me la quedé yo y la otra la tiene mi madre guardada como oro en paño. Nací en Mérida y salí de la cantera del Madrid, jugué en Toledo, Tenerife, Valladolid, Villarreal (1.500 millones se pagó por él en su momento, una pasta), regresé al Valladolid, un club y un equipo al que le estaré siempre agradecido y en el que me he sentido muy querido por la afición, y ahora el Cartagena. La verdad es que tenía ofertas de varios equipos de Primera y de Segunda para seguir en activo, pero al final mi padre me indicó el camino... Sí, sí, fue en una comida con el presidente Paco Gómez y con Juan Ignacio, y nada más acabar mi padre hizo un aparte y me dijo: 'Hijo, quédate aquí'. Y no lo dudé. Tiene 69 años y se mantiene en una forma envidiable, juega al frontón, hace natación, está fuerte físicamente".

El caso de Mariano es distinto, hablamos con un señor arquitecto que en sus inicios trató de compaginar su profesión con el fútbol (que dejó durante un tiempo), pero felizmente repescado para vivir ahora su sueño personal, jugar con el Cartagena en la división de plata del fútbol español. Y lo que venga:

"Me vine a Madrid a estudiar y a ver si lo podía compaginar con la práctica del fútbol. Probé en el Madrid con gente como Mista o Tena, entre otros, y no me encajó, me pilló en una edad muy joven y la verdad, decidí estudiar. Luego volví a mi pueblo, a San Pedro del Pinatar, y para matar el gusanillo volví a jugar en el Mar Menor de San Javier. El Hércules me intentó fichar, pero decidí apostar por el Alcoyano porque entrenaba por la tarde y así equilibraba mi trabajo en el estudio con el fútbol, aunque tenía que viajar cada día a Alcoy y luego volver a casa. Al final, firmé por el Cartagena y llevo ya cinco años. Por eso es un regalo para mí vivir esta aventura con un sentimiento especial. Y más con Juan Ignacio de entrenador, que me conoce a la perfección (como yo a él) y con quien da gusto trabajar porque, entre otras muchas virtudes, sabe motivar al grupo de una manera increíble. Es lo que se dice de mucha gente de los banquillos tan profesional como él, que es un enfermo del fútbol. Y lo sabe transmitir".

Hablemos de los métodos del técnico. Merece la pena conocer algunas anécdotas de su manual de motivación. Sin ir más lejos, la del domingo en el campo del Betis, una auténtica prueba de fuego para el Cartagena que supo pasar con nota:

"Yo soy de ventas, he trabajado de comercial, aconsejaba y trataba de convencer a los clientes que invirtieran en los productos que les ofrecía. Vendía ilusión y siempre he creído que en casi todos los órdenes de la vida una imagen vale más que mil palabras y por eso sí, es cierto, que a veces suelo empapelar con mensajes las paredes del vestuario. Hay un cuerpo técnico que trabaja muy unido (mi segundo es Sergio Incla, Paco Invernón es el preparador físico y un cartagenero ilustre como Juanmi es nuestro entrenador de porteros). Mire, Incla se pasó trabajando en la preparación de un vídeo de unos tres minutos con imágenes curiosas, una mezcla de fútbol con historia de la ciudad... y música".

Braveheart y Rocky. No tiene desperdicio entrar en detalles, en los detalles de ese autobús del equipo en el corto trayecto del hotel al estadio Ruiz de Lopera:

"Incla seleccionó y mezcló imágenes de nuestros jugadores en acciones positivas durante los partidos, junto a otras de la historia de la ciudad, de nuestras fiestas de cartagineses y romanos. Y como fondo, música de las películas de Braveheart, Rocky y Carros de Fuego. Le dije al conductor que fuera despacio, que el trayecto era corto y que nos diera tiempo a pasar ese vídeo. El autobús rugía, casi se movía de lado a lado. Ya de por sí jugar contra un histórico como el Betis era suficiente motivación para todos los chicos, pero al bajar del autobús vi sus caras y le dije a mi segundo: 'Sergio, hoy no palmamos'. Jugamos un buen primer tiempo, luego llegaron sus dos expulsiones y ellos ya pasaron a defender con nueve y acabamos empatando. Estoy convencido, en cualquier caso, de que al final el Betis ascenderá".

Mariano aporta otro detalle significativo:

"Ese vídeo acababa con una frase del propio Juan Ignacio diciendo: 'Y esto lo vamos a hacer por nuestra familia'. Y salir a ese campo y ver a casi mil seguidores empujándonos, te llega dentro. Somos futbolistas y profesionales, sí, pero somos personas y hay puntos que nos tocan el terreno de los sentimientos. Y el míster nos tiene en tensión toda la semana, no nos suele dar petos de titulares y suplentes, es un gran motivador, de verdad".

Permanece callado Víctor, pero sonríe y su compañero y su entrenador descubren algo que no es tan sorprendente, la faceta psicológica de un futbolista veterano pero listo, pillo y goleador en el campo, e inteligente fuera de él, un libro de experiencias para el vestuario. Mariano le empuja a que cuente alguno de sus consejos a los más jóvenes:

"Hay chicos que tienen una calidad y un futuro extraordinario, por ejemplo Longás, al que le veo condiciones y talento para triunfar. No, bueno, le cogí aparte el otro día y le dije: 'Sal y juega como sabes porque todavía no te conoce casi nadie; pero hoy se televisa el partido, es contra el Betis y vas a conseguir que desde este día el fútbol español sepa quién es Longás'. Bueno, también le dije algo al míster, je, je. Él suele dar las alineaciones escritas una media hora antes de los partidos, y aunque lo mantiene en secreto hasta ese momento, lleva escrito el once en un papel. En Sevilla le vi saliendo por los alrededores del hotel y buscaba otro parecido al que nos enseña porque se había lesionado un compañero y no quería mostrar el once con un tachón, con un borrón. Le he aconsejado que se compre pegatinas y así no tendrá problemas la próxima vez, espero que me haga caso...".

El gran Perico Arango. La conversación se hace cada vez más amena, con múltiples anécdotas y mini-debates que van surgiendo de manera espontánea. E inevitablemente aparece el nombre del gran ídolo histórico de la ciudad, Arango. Mariano y el propio entrenador se encargan de recordarlo con admiración:

"Perico Arango es el Di Stéfano del Cartagena, el jugador que más veces ha vestido la camiseta del equipo y un ejemplo. Ganó una Liga en el Valencia con Di Stéfano y siempre recuerda con emoción un partido que jugó en Old Trafford. Él está disfrutando como nadie de este momento histórico".

Perico Arango y toda la afición del 'Efesé' tienen apuntada en rojo en el calendario la fecha del 8 de noviembre, el gran derbi con el Murcia, qué enorme rivalidad que trasciende ya de lo futbolístico. Guasch, al quite, recuerda que él estuvo unos meses haciendo la mili en Cartagena y que se hizo hincha (todos pasamos por alto su enchufe de las alturas que le facilitó un servicio comodísimo). Y ya está organizando un viaje. Que me apunte...