Liga BBVA | Valencia 2 - Atlético de Madrid 2
Maxi firma unas tablas justas
Al Valencia le vuelven a empatar al final. El Atlético tuvo más ocasiones. Agüero erró dos claras. Pablo y Villa anotan por los ches. Maxi iguala en el 92'.
Nadie firmaba las tablas antes del choque porque los dos llegaban con el agua al cuello pero, por la forma de producirse, Abel Resino lo festejó como si el tanto de Maxi le salvara el puesto y Emery se derrumbó como si el argentino hubiera puesto un clavo más en el ataúd de su crédito. Tras noventa y pico minutos de tensión, lo cierto es que el reparto de puntos es justo, incluso los rojiblancos acumularon más ocasiones y más claras para sumar su primera victoria liguera, pero les faltó la efectividad que sí tuvieron los ches para anotar dos goles en tres minutos y darle a los suyos una momentánea ventaja que se les esfumó en el tiempo añadido. Dos entidades que viven en un permanente nerviosismo sólo pueden transmitir en el campo esa misma imagen y así fue el partido: alternativas, errores, drama, alegría efímera... y los dos que se quedan como estaban aunque el Atlético parece respirar más aliviado que un Valencia al que le vuelven a igualar en la recta final.
La primera media hora fue trepidante, con los defensas empeñados en crear peligro en sus propias porterías y los atacantes frotándose las manos. Llegaron tres goles, en forma de 2-1, pero pudieron caer más y en distinto orden. Pero la ofensiva che tiene más pólvora, más efectivos de máxima calidad y, además, un surtidor de balones en la figura de Ever Banega, algo de lo que adolece el Atlético. Los de Abel pegaron primero, en una triangulación de arte que culminó el Kun y que animó a los rojiblancos, lo que provocó pitos en Mestalla. Durante 20 minutos los visitantes tuvieron el duelo en sus manos, pero no lo ataron con un segundo tanto y su perdón tuvo castigo.
En tres minutos Pablo y Villa voltearon el choque poniendo en evidencia la fragilidad atlética en lo individual (Pablo burló a Antonio López con insultante facilidad) y en lo colectivo (nadie apretaba a Banega o a Silva y éstos asistieron a sus puntas). A la media hora todo había cambiado y lo que era un diálogo de nervios (Alexis regaló al Kun un gol que éste erró) pasó a ser un monólogo más pausado de los ches que, hasta el descanso, mantuvieron su ventaja a base de más posesión.
En la segunda mitad el ritmo bajó, la defensa atlética mejoró con Juanito y al Valencia le costaba entrar. Aún así Villa tuvo dos para cerrar el partido, pero entre el poste y Roberto lo evitaron y empezó a crecer el cuadro visitante, que se dio cuenta que la zaga blanquinegra era menos fiable que la propia.
Los cambios. Resino quemó las naves y, con lo poco que tenía, acertó de pleno. El mencionado Juanito sostuvo la zaga, mientras que Reyes y Maxi, amén de fabricar y ejecutar el 2-2, entraron varias veces con peligro dejando en pañales el entramado defensivo che y, en especial, a Alexis y Mathieu. Por contra, Emery volvió a tener la cruz con las sustituciones pues retiró a Banega, que era el mejor y el único que sabía qué hacer con el balón. Quizás fue casualidad, pues antes de los cambios Cléber, Kun, Forlán y Maxi ya tuvieron el empate en sus botas, pero fue tras los cambios cuando llegó el empate fi nal. El Valencia se veía ganador; el Atlético, perdedor, por lo que, tras la diana de Maxi, el Valencia salió cabizbajo y el Atleti, sonriente. Pero los dos muy preocupados.