Víctor resucita al Cádiz

Cuando el Carranza calla, hay de qué preocuparse. Y el silencio ayer también pesó en sus gradas. Hubo que esperar hasta el minuto 56 para que las voces siempre animadas del feudo amarillo se alzasen al viento. Había marcado Víctor Ormazábal en un derbi clásico en esta región. No era un tanto cualquiera. Para el Cádiz, ese gol del argentino significa vida en esta competición. Tres puntos que dan aire, después de un arranque liguero que disparaba el pesimismo entre la fiel parroquia cadista.

Respiró el equipo de Javi Gracia a costa de un Decano que ayer sólo existió, con decisión, a ratos. Quitando pinceladas en el arranque del partido y la siempre peligrosa aportación de Adrián Colunga, el conjunto de Javi López acusó el quedarse con un hombre menos durante toda la segunda parte. Mora, con su doble amarilla, la segunda al cortar con la mano un balón que se llevaba Ogbeche, rompió todos los planes del técnico catalán.

Hasta ese momento, el Decano apenas se había pronunciado al ataque. Los chispazos del delantero canario fueron siempre controlados por la zaga amarilla, cuyos centrales hicieron un gran trabajo. Arriba, el Cádiz se encomendaba por primera vez esta temporada a Ogbeche, que no hizo olvidar a Toedtli, ayer en el banquillo, a la hora de rematar.

Acierto.

Lo que le faltaba al Cádiz era el gol, y éste llegó, como suele ser habitual, tras una combinación entre Cristian y Enrique que acabó dentro del área. Abraham remató, la defensa albiazul rechazó el disparo, y Ormazábal, onmipresente, aprovechó para lanzar un trallazo cruzado que se coló en la portería del Decano. Fue entonces cuando el Recre, que hasta ese momento había especulado con el empate, intentó irse arriba, aunque sin demasiado acierto. Colunga creó varias ocasiones de peligro, pero la zaga amarilla estuvo aplicada.