Thierry Henry no marca desde mayo, claro, pero ha tenido un mes y medio de vacaciones. Yo no marco desde hace dos años, los que llevo retirado". Pep Guardiola salió en defensa de su delantero predilecto hace una semana, cuando un periodista le preguntó si le preocupaba la falta de gol del francés. Y es cierto, Henry y otros compañeros han tenido un mes y medio de vacaciones, pero otros, como Leo Messi, sí meten goles (cinco en la Liga, concretamente).
Y otra cuenta que podía haber hecho el entrenador del Barça es cuántos partidos ha disputado Henry desde aquel en el Santiago Bernabéu, la tarde del histórico 2-6, cuando su último gol. Han sido nueve encuentros, de todo pelaje: amistosos de pretemporada, títulos menores (las Supercopas europea y española), partidos de Liga y de la Champions League. Un total de 658 minutos en el campo, con el mismo saldo: cero.
Juan Manuel Lillo, colega y amigo de Pep Guardiola, comentó ayer a su manera, en Ona FM, algo que quizás esté afectando a Henry y, de rebote, al juego colectivo del Barça: "Traga sin masticar, mientras sus compañeros sí lo hacen. Es el que más chirría en el juego de posición, como chirriaba Etoo. Henry tarda más tiempo en tomar decisiones, hasta el punto de que cortocircuita y resta continuidad al ataque del equipo".
Mientras tanto, Guardiola no permite ni se permite una duda respecto de Henry: en los nueve partidos que lleva sin marcar, en todos y cada uno de ellos, el francés ha sido titular. La pregunta es qué pasará con él cuando Andrés Iniesta, recuperado de su lesión, esté en condiciones de aguantar un partido entero, es decir, de ser alineado desde el comienzo.
