Marcelino vuelve a casa

El Zaragoza regresa a Gijón. Un histórico, como lo calificó Preciado, visitará El Molinón siete años después de la última visita, tiempo en la que la historia dio muchos tumbos a ambas entidades. El partido se presenta interesante. Al menos tiene como principal ingrediente las ideas ambiciosas y el carisma de dos técnicos que miran al ataque, pero sin descuidar las retaguardias.

Marcelino regresa a su casa por segunda vez desde su marcha. Marcelino llega con dudas. La plaga de bajas se amplió ayer con la lesión de Obradovic y algunos jugadores vienen sin su mejor forma física (Ayala, Pavón, Pennant), aunque el Zaragoza no admite excusas. La goleada en el Pizjuán y la derrota en casa ante el Valladolid, más la plaga de bajas y la falta de fichajes, ya han sembrado el pánico. La estela de las primeras jornadas va a hacer que su goleador Arizmendi tenga una vigilancia especial, así como Jorge López y Pennant, que se miran como factores desequilibrantes por calidad y rapidez.

El principal inconveniente del encuentro es el horario, tan inusual en El Molinón, que provocó protestas de algunos aficionados. Lo acusará la asistencia de público, aunque no el ambiente ruidoso que es característico de El Molinón desde que Marcelino levantara los ánimos con el casi ascenso de 2004 y Preciado lo revitalizara con un ascenso y una permanencia.

El Sporting llega tras la proeza de Valencia con la moral por las nubes. Preciado tiene un mar de dudas, por los efectos del cansancio y algunas secuelas de golpes. Bilic amenaza a su ex equipo. Canella, tras el culebrón estival, deberá frenar a Pennant. Y Diego Castro puede ponerse las botas ante la falta de un lateral derecho puro enfrente.

Seis ex rojiblancos en las filas aragonesas

El Zaragoza llega con un grupo de ex rojiblancos. Además de Marcelino, su cuadro técnico estuvo en el Sporting. Rubén Uría fue jugador de los filiales e Ismael Fernández estuvo como auxiliar de Marcelino en el primer equipo. También el médico Óscar Luis Celada fue jugador formado en Mareo, para militar seis temporadas en el primer conjunto, en el inicio de los 90. El defensa Pulido, incluido en la expedición, jugó un año en el Sporting, cedido por el Rayo, mientras que Pablo Amo se formó en Gijón, tras llegar del Moscardó, para ser traspasado al Depor en 2002. En el bando gijonés, sólo Bilic ha sido del Zaragoza, al que llegó en 2001 procedente del Hadjuk Split. El Zaragoza pagó un importante traspaso, pero sólo jugó 18 partidos. En el Sporting lleva 103 partidos ligueros disputados.