Las lesiones castigan y hartan a Endika Bordas

Endika Bordas está pasando un mal trago con las lesiones en este comienzo de temporada. Primero fueron problemas en los isquiotibiales, en el principio de la pretemporada, que derivaron en una rotura fibrilar y ahora tiene molestias en el gemelo. "No sé exactamente lo que tengo, no me lo han dicho", comenta el jugador, que se desplazará a Madrid para realizar unas pruebas biomecánicas en los próximos días para ver si le pueden dar un diagnóstico exacto a estos problemas que padece y que no le están dejando entrenarse con normalidad con el resto del grupo.

La pasada semana sólo pudo ejercitarse el sábado a las órdenes de Juan Carlos Oliva, que, además, programó una sesión basada en la estrategia, con lo que el esfuerzo era menor. "Cuando corro, el gemelo se me pone duro y me dan calambrazos, no puedo ni esprintar", comenta Endika. Y es que el pasado domingo jugó muy mermado físicamente en el partido ante Las Palmas, en el que disputó los 90 minutos. "No estaba al cien por cien para jugar, no me había entrenado en toda la semana, pero los futbolistas siempre queremos estar en el campo y, si el equipo lo necesita, yo juego", afirma el mediocentro vasco.

Con casi toda seguridad, Endika Bordas se perderá el partido del sábado frente al Murcia (estadio Nueva Condomina, 18:00h.). Primero tendrá que pasar las pruebas médicas y ver cómo se encuentra. Lo que tiene claro el centrocampista del conjunto unionista es que no volverá a jugar mermado como el pasado domingo en el estadio Helmántico, "porque puede ser perjudicial para mí, e incluso, lesionarme de más gravedad. Todos queremos jugar, pero si no estoy bien, no lo haré".

Esto es un contratiempo, no sólo para el propio jugador, sino también paran Oliva, que tiene en el jugador vasco a uno de sus hombres de confianza. De hecho, fue el propio técnico el que recomendó su fichaje por el Salamanca.