Estelar Pavone, brillante Betis

Volveremos otra vez, volveremos a Primera, Real Betis Balompié!!!". Con este cántico despidió ayer a su equipo una numerosa hinchada verdiblanca que ve más cerca el ansiado regreso a la elite. Apenas le importa recorrerse más de 1.000 kilómetros para seguir a su Betis del alma y un poco menos que los partidos sean de Segunda. Muchos preferirían ver a su equipo en el Bernabéu o el Nou Camp, pero la realidad es la que es y no hay vuelta atrás. Eso sí, la satisfacción en el viaje de vuelta es tal que todos los problemas quedan en el olvido por momentos. Sólo basta con ganar partidos, alejarse poco a poco del infierno y pensar que su sitio en Primera está cada vez más cerca. Y el Betis va por el buen camino.

Desde la pretemporada se le había pedido a este equipo que demostrara su poderío ya en el minuto uno de partido. Un aquí estoy que yo que intimidara a los rivales, y que a su vez sirviera para no olvidar errores del pasado. De momento, sólo van cuatro jornadas (y nueve puntos menos para el ascenso), pero el Betis de Antonio Tapia tiene claro a lo que juega, cómo lo debe hacer y de dónde tiene que sacar provecho. La contra y la calidad arriba sirven para colocarse en una situación privilegiada tan pronto. Es a lo menos que debe aspirar este club. Su afición lo sabe, apoya todo cuanto puede, aunque no perdonará ni el más mínimo detalle negativo. Y siempre tendrá a Lopera en el recuerdo. Incluso, como una gran afición, cuando su Betis va ganando sin muchos problemas.

Está claro que luego son los partidos los que aportan críticas negativas o positivas. Este Betis lo tiene claro y no pierde un sólo instante. Como ayer, con un inicio muy esperanzador. Con el papel de favorito asumido, el equipo verdiblanco tomó el mando del partido a su antojo y muy pronto encontró los primeros frutos. En otra contra de libro, liderada por Juanma y asistida una vez más por Pavone, Fernando Vega, sí el de El Arahal, no se lo pensó dos veces y batió por bajo a Notario con mucha clase. Es su primer gol desde que aterrizó en Heliópolis y un soplo de aire fresco para su temporada. El lateral, al más puro estilo Roberto Carlos, ejecutó a un Albacete que parecía estar aún en los vestuarios.

Pero no fue un espejismo, como podía ocurrir con el Betis en Segunda. Ahora, aunque esté en el infierno, los heliopolitanos saben que es mejor que el oponente y que el resultado depende de lo que él mismo proponga. Por ejemplo ayer en el Carlos Belmonte, donde con el 0-1 no sesteó y fue a noquear al rival. Nacho y Damiá asustaron a la parroquia local, pero fue Pavone, ahora como goleador, quien dio tranquilidad al Betis antes de entrar en vestuarios. El argentino, avispado como el que más, no perdonó un error garrafal de López Ramos dentro del área.

Dudas. La tranquilidad que corría por la hinchada visitante era exagerada. El equipo de Tapia tocaba y tocaba al más puro estilo Barça. Todo parecía un mar de rosas, pero si este Betis se caracteriza por algo, es que nunca puede cantar victoria antes de tiempo, ni con un amplio resultado a su favor. De muestra el 3-3 en Mallorca de la pasada temporada y ayer por Albacete corrieron imágenes desagradables del pasado.

Estaba claro que los de Pepe Murcia apretarían tras el descanso, pero pocos podían pensar que la tranquilidad bética pasaría por peligro. En un visto y no visto, el Albacete creyó en la remontada y faltó muy poco para consumarla. Callejón metió miedo antes de que Stuani, con la colaboración de los centrales béticos y de Goitia, acortara distancias, demostrando que hay que tenerlo en cuenta.

Cualquier otro día del pasado más reciente el Betis hubiera muerto. Esta vez no. Al poco tiempo, Pavone sentenció con un toque magistral ante Notario, con Sergio García atendido fuera del terreno de juego. El argentino cerró una actuación estelar, dentro de un Betis imponente. El próximo domingo espera el liderato y el Cartagena.