Roberto vive la primera juventud a los 29 años

Tres goles en cuatro partidos, pichichi del equipo y autor material de seis de los siete puntos del Nàstic. Roberto García marca el ritmo en el equipo de César Ferrando y todos están encantados en Tarragona con el jugador. "Roberto es muy bueno. Su movilidad nos abre muchos espacios y encima tiene gol. Es una gran futbolista", comentó Alejandro Campano a este diario recientemente.

La carrera de Roberto García tiene un inicio habitual, un nudo sorprendente y un final esperanzador. Como muchos jugadores, este joven madrileño se crió en el Real Madrid en busca del sueño de todo niño: jugar en un club grande y debutar en Primera División. Pero aquel espigado delantero, que mide 1,90 y que ha jugado en todas las posiciones, no obtuvo la confianza de los entrenadores y dejó el club blanco para emprender una carrera itinerante: Alcorcón, Atlético Sevilla, Mérida, Guijuelo, Burgos y Huesca. Todos ellos, en Segunda B.

El nudo de su historia es sorprendente. Con 28 años, una edad de madurez futbolística, logró el ascenso con el Huesca a Segunda A, categoría nueva para él. Marcó 11 tantos y logró que lo fichara el Nàstic, uno de los clásicos de la categoría. Antes, en octubre de 2008, Osasuna y Numancia, dos clubes de Primera, se interesaron por él, aunque al final no se volcaron en la operación. A sus 29 años, Roberto es una promesa que apunta a lo más alto. Y el Nàstic quiere beneficiarse de ello.

Pleno a domicilio de los grana

De los cuatro encuentros de Liga, el Nàstic ha jugado dos a domicilio y los ha ganado. Pleno para los de César Ferrando, que se encuentran más cómodos sin llevar la iniciativa y utilizando el contraataque. En la otra cara de la moneda están los encuentros en el Nou Estadi, donde el equipo no ha ganado todavía (un punto de seis). El equipo trazó la temporada pasada una línea irregular durante toda la temporada, pero sobre todo acusó la pérdida de puntos en casa. A domicilio fue, en cambio, de los mejores conjuntos.