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Liga Adelante | Hércules 1 - Cádiz 0

Farinós mata el fantasma

El valenciano enterró las esperanzas del Cádiz, de penalti

<b>SIN IDEAS. </b>Tote, ayer algo gris, controla el balón ante el centrocampista del Cádiz, Ormazábal.
FITO GONZÁLEZ

Estaba escrito. El Hércules-Cádiz se tenía que decidir por un lanzamiento de penalti. Los dos contendientes han visto cómo, en su día, por una pena máxima fallada su ilusión se fue al garete. El Cádiz bajó a Segunda B tras fallar un penalti Abraham Paz (hoy en las filas del Hércules) en el último partido ante el equipo blanquiazul hace dos temporadas. El curso pasado, Farinós erró un tiro desde los 11 metros en el último segundo del partido contra el Celta y el Hércules no subió a Primera. En las dos acciones los protagonistas fueron los postes de la meta del Fondo Norte del Rico Pérez. Ayer, la portería fue la de enfrente pero había protagonistas comunes. Farinós sí acertó esta vez, dio los tres puntos a su equipo y, de paso, enterró el fantasma de aquel penalti.

Fue el epílogo de un partido denso y con poco ritmo. Los jugadores fueron la conexión con el cielo desde el césped: espesos, nublados, grises, sin brillo de cara al gol... El Hércules se llevó el botín más por insistencia que por fútbol. No hubo velocidad en la circulación de balón, los extremos no desbordaron y los delanteros no acertaron a explotar las concesiones defensivas gaditanas. Sin embargo, el equipo de Esteban deja un poso de equipo grande. Es un bloque homogéneo que concede pocas oportunidades a su rival y que ayer se impuso en uno de esos partidos en los que hay que ganar porque sí. El fútbol no brotaba pero los puntos eran necesario para no descolgarse. Por eso, se consiguieron.

El Cádiz, por su parte, estuvo encorsetado y apenas generó peligro hasta que Gracia dio entrada a Ogbeche. Cosas de entrenadores. Tristán en casa y Ogbeche, al que el Rico Pérez se le da casi tan bien como a Messi el Atlético, en el banco hasta el minuto 75. Dio la sensación de que viajó a Alicante a por el empate. Y a punto estuvo de conseguirlo si no llega a ser por el más listo de la clase, Delibasic, que forzó un penalti cuando al Hércules se le agotaban sus escasas ideas.

Y es que el montenegrino siempre suma. Es obvio que está negado de cara al gol en este principio de temporada. Pero sería de necios negar el trabajo, la capacidad de sacrificio y, sobre todo, el oficio del balcánico. De esta última cualidad manó el penalti y el posterior gol de Farinós.

Mucho antes, en la primera media hora, el Hércules pudo cerrar el partido. Delibasic, dos veces, Tiago y Farinós percutieron con peligro la meta de Casilla pero entre los defensas y el buen hacer del ex merengue, el duelo se fue igualando. Sin embargo, el Cádiz seguía a lo suyo: arropadito atrás, muy juntas las líneas y esperando su oportunidad. Ésta nunca llegó. Tote sí tuvo la suya pero la mandó a las nubes. Tras el gol, Ogbeche regateó a tres y disparó duro. Pero Calatayud había echado el cerrojo.