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Juande

"¡Ah, Moscú! Puedo tardar dos horas en ir al entrenamiento"

Juande Ramos (Pedro Muñoz, Ciudad Real, 1954) es el entrenador del CSKA de Moscú. Es su segunda aventura lejos de España, antes estuvo en el Tottenham

Tomás Guasch
Actualizado a
Juande.

¿Juande Tovarich Ramos?

¡Ja, ja! Juande, Juande Ya ve, otra aventura.

¿Y qué tal la lleva?

Lo peor son las dos horas de diferencia con España. Marcos Álvarez (el preparador físico que le acompaña desde sus tiempos en el Sevilla) y yo vamos a necesitar un tiempo de adaptación a eso. Nos acostamos muy tarde y nos levantamos demasiado pronto y eso no es bueno para el cuerpo

¿Tienen casa?

De momento no. Vivimos en un hotel. Llegamos justo para el partido del sábado día 12, viajamos a Alemania para la Champions (perdieron por 3-1 con el Wolfsburgo) y no nos ha dado tiempo a buscar casa. Que estará cerca de la ciudad deportiva del club, segurísimo. ¡Ah el tráfico de Moscú, es tremendo! En hora punta podemos tardar dos horas en ir desde el hotel al centro de entrenamiento. Por eso procuro que las sesiones sean lejos de las horas punta. Hablamos de carreteras de seis carriles en plena ciudad, entre Moscú y alrededores habrá entre 15 y 16 millones de personas

El anterior entrenador del CSKA fue Zico, ¿cómo pensaron en usted?

Ya hubo algo antes de que yo entrenara al Madrid.

Réditos de su paso por el Tottenham, imagino. Rusia, Hiddink, Abramovich y tal

Ir fuera te abre puertas, te da a conocer. Y ellos tenían una situación de emergencia. No me pregunte detalles de por qué se fue Zico, pues ni coincidí con él ni me los han contado. El caso es que llegué faltando diez jornadas de Liga, ya nueve, y con la Champions por delante. El compromiso es hasta primeros de diciembre, cuando acaba la competición local. Ahora estamos en fase de conocer el club, este fútbol El cambio es grande y será para entonces cuando decidiremos si a todos nos conviene continuar. Usted sabe que la liga se juega aquí casi en año natural, entre marzo y noviembre. De momento me gusta lo que veo.

Y frío, poco por ahora.

Sí, las temperaturas son parecidas a las de muchas capitales europeas. El baile está por llegar.

El CSKA es un club polideportivo fundado en 1923 y que destaca por su nivel en los equipos de fútbol, baloncesto y hockey sobre hielo. Durante los años de la Unión Soviética fue conocido como el club del Ejército Rojo por su filiación con el ejército nacional ruso. ¿Digo bien?

Muy bien. Es el primer club ruso que ganó un título europeo, la Copa UEFA de 2005, aquel 3-1 al Sporting de Lisboa. En baloncesto lo ha sido todo: seis veces campeón de Europa, 25 veces campeón de Liga en la URSS y creo que son ya 14 desde la división de aquella unión. Es un club lo que se dice histórico y que cuenta con muchísimos seguidores.

¿Conserva el aire militar?

Todo ha cambiado, ese aire está impregnado en las fotografías que decoran el club, en la historia, aquellas camisetas con el CCCP (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), las imágenes de jugadores legendarios en todos los deportes, los hermanos Belov por ejemplo. Ettore Messina, el actual entrenador del Madrid de baloncesto, estuvo aquí, sabrá de lo que hablo. Pero este es otro mundo. Rusia sufre la crisis mundial, como cualquier país, la gente tiene preocupaciones similares a las nuestras. Tienen que buscarse la vida, amigo El club tiene el alma rusa de ahora.

¿Y llenan el estadio?

No. Tiene capacidad para 70.000 personas y acostumbran a acudir 30.000 o 35.000. Se llena en algunos derbis, pues Moscú tiene cinco equipos en la Primera.

¿Y quién manda?

El club es de tres dueños, tres empresarios. El presidente es Eugeniy Giner.

¿Giner? ¿No será valenciano?

¡Ja, ja! No, es ruso.

La empresa madre del club es la petrolera Sibneft, Giner será amigo de Abramovich

Probablemente. Pero el CSKA tiene vida propia, ya sabe que nadie puede ser propietario de dos clubes si participan en competiciones europeas. Giner es la cabeza visible, el que maneja el club.

¿Su inglés le vale de poco o de mucho?

Tenemos un asistente que es chófer y traductor. El inglés, en el hotel. Nuestro problema aquí es el idioma, claro. No entendemos nada de lo que ponen los carteles en las calles, por ejemplo. La impresión es que estamos en una ciudad de nivel en las zonas por las que nos movemos.

¿Y el equipo? Les metieron a ustedes cada gol los del Wolfsburgo que ya, ya

Sí, nos condenaron un penalti muy riguroso y ciertos errores defensivos que habrá que corregir y que se arrastran. Estamos a diez puntos del líder y a cuatro del segundo, por eso cambiaron de entrenador. Manda el Rubin Kazan, rival del Barça en la Champions, el equipo de César Navas.

¿Peligroso para el culé?

¡Hombre, ese grupo es para Barça e Inter!

¿Se fue porque en España no encontró lo que buscaba?

Sí, y preferimos esperar. La verdad es que después de entrenar al Madrid te planteas la profesión de otra manera.

¿Hubo algo con el Atleti?

No, nada. Nuestra idea era llegar a un equipo de Champions y apareció esta experiencia nueva, de momento por tres meses.

Su última afición: por el Madrid firmó para medio curso.

El fútbol, que es así. Lo que a un entrenador le gusta es diseñarlo todo, claro.

Con la distancia del tiempo, ¿qué le queda del Madrid?

La conciencia tranquila, el tiempo que ilusionamos a la gente persiguiendo al mejor Barça de su historia, ciertos récords en un club centenario, las personas que conocí... Es cierto lo de la distancia: este Madrid tiene que ver con el mío sólo en el nombre.

¿Se arrepiente de algo?

No, lamento la falta de tranquilidad institucional, que nos perjudicó a todos. Es posible que con otro panorama interno se nos hubiese planteado la renovación. Pero se abrió una nueva etapa es lógico que los nuevos tengan las manos libres para manejarse como mejor prefieran.

¿Qué opina de Pellegrini?

Manuel es un gran entrenador, tengo un magnífico concepto de él. Es muy trabajador, sereno, sabe lo que quiere. Ahora encajar las piezas ante un rival como el Barça que tiene el equipo hecho

¿Con qué jugador del Madrid se queda?

Con todos porque cada uno es buenísimo en su función y son todos diferentes. Kaká y Cristiano no son comparables, como Xabi Alonso y Benzema.

¿Y Raúl, aquél que dijeron algunos que jugaba con usted por enchufe?

Ya ve... Cambia el entrenador y él sigue jugando. Es un profesional enorme y acaba siendo el que más minutos juega y el que más goles mete.

¿De los suyos aconseja a alguno?

Los hay buenos. Akinfeev, el portero, Ignashevitsch, los Berezutsky y Dzagoev podrían jugar en España.

Suerte, Juande.

Y al toro...