Liga Adelante | Salamanca
Traje, chicle y Virgen del Pilar, los aliados de Oliva
El entrenador de la Unión se aferra a ellos para puntuar
Si hace un par de años era cortarse el pelo en una misma peluquería lo que daba suerte a los jugadores del Salamanca, esta vez es la forma de vestir y de comportarse de su entrenador la que está dando fortuna a la Unión. En las tres primeras jornadas de Liga y en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Castellón, Juan Carlos Oliva ha repetido comportamiento y a su equipo le ha ido bien, ya que no ha perdido. Durante los partidos, tanto en el Helmántico como fuera, el técnico aragonés siempre viste traje, masca chicle y besa una cadena con la imagen de la Virgen del Pilar.
"Lo de llevar traje es por dignificar la profesión, ya que me siento más relajado que si llevara un chándal, que parece que incita a gritar y a ser más agresivo", explica Oliva, quien asegura que esta percha "la dan los años y es una actitud que te hace evolucionar y sentirte más seguro". Sin embargo, a la hora de lucir corbata se muestra más reacio: "Da más seriedad, pero no me la he puesto en todos los partidos por el calor que ha hecho".
Sin esta prenda, es más fácil observar la cadena que cuelga de su pecho y a la que besa antes del inicio de cada choque. "Lo hago por admiración, puesto que al ser de Zaragoza soy devoto de la 'Pilarica'", argumenta el preparador blanquinegro, al que masticar chicle le evita pasar nervios y que asegura que "antes tomaba chupa-chups, costumbre a recuperar en algunos partidos". Quizás sea en el de mañana ante Las Palmas.