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Misiles a 103 km/hora
Cristiano Ronaldo rompió el balón en Zúrich. La supuesta 'cantada de Leoni' en su segundo gol puede tener una justificación: el disparo llegó a 103 km/h a sus puños, cargado de efecto. Un misil envenenado. El portugués está en velocidades de récord y los goles de falta seguirán llegando.
Señalan los científicos especializados en biomecánica del fútbol que la media de velocidad en el golpeo en potencia de un futbolista profesional (sin buscar precisión) está entre los 87,4 km/h y los 95,76 km/h. Hay pocos futbolistas superdotados que rebasen este límite y uno de ellos es Cristiano Ronaldo.
En su segundo gol de falta en Zúrich, el balón alcanzó una punta de 103 km/h hasta los puños de Leoni, desde una distancia de 31 metros. El balón se convirtió en un misil incontrolable, más aún conociendo las irregularidades en la trayectoria que adquiere el Adidas Finale9.
En el primer gol de falta, que fue un tiro más 'tocado', Cristiano rozó el umbral máximo de lo que se considera media profesional, con un disparo a casi 95 km/hora (exactamente 94,9) desde 24 metros. Es decir, los chuts del portugués a balón parado están siempre en torno a los 100 km/h.
La técnica de Cristiano, además, se ajusta a las directrices que los expertos señalan como óptimas para acelerar y dar efecto al balón: ángulos correctos entre caderas y hombros, así como un impulso de rotación del tronco muy significado.
En el gráfico superior se observa la técnica de depurados lanzadores y la diferencia evidente en la colocación de hombros, cadera, muslo, pierna y pie al chutar un libre directo. Por ejemplo, Beckham lanza a una media aproximada de 87 km/h, que es la velocidad general alcanzada por los demás especialistas como Alves o Ronaldinho. Constan disparos excepcionales como ocurrió con Tiko (Athletic) que llegó a los 102 por hora en la Liga de 2003.
Por encima de todos tiene sus propios récords Roberto Carlos, con golpeos siempre en torno a los 106-115 km/h. Su máximo evaluado fue la llamada 'bomba inteligente' en el Francia-Brasil del 1997, cuando el balón llegó a un tope de 122 km/h. También Juninho Pernambucano ha superado en ocasiones los 100 por hora.
Pero a día de hoy Cristiano Ronaldo es el nuevo bombardero de la Champions. Tiene que mejorar la efectividad, ya que necesitó 18 lanzamientos para su primer gol, aunque después marcó en dos faltas consecutivas frente al Zúrich.
Los misiles del crack portugués en combinación con el inestable balón oficial forman una mezcla envenenada para los porteros. Así lo denunció en AS el guardameta Leoni y serán muchos más los que esta temporada sufrirán el 'efecto Cristiano'.